Las autoridades españolas han puesto los hechos en conocimiento de la Comisión Europea.
The Diplomat. 19/01/2017
España volvió a protestar ayer ante el Gobierno de Francia por ataques perpetrados contra camiones españoles y reclamó la adopción de medidas para evitar la repetición de los actos vandálicos. En esta ocasión, las agresiones tuvieron lugar en el sur de Francia, cerca de la frontera con España.
En la noche del pasado lunes, un camionero español fue abordado en un aparcamiento en Narbona (suroeste) por un grupo de 15 a 20 individuos del Comité de Acción Vitícola (CAV) cubiertos con pasamontañas, que derramaron los 25.400 litros de vino tinto de origen español que transportaba. Y en la mañana del martes, unos 50 miembros del sindicato Jóvenes Agricultores del Gard-JA30, comenzaron a controlar a los camiones procedentes de España a la altura del peaje de Gallargues, en la autopista A-9, entre las ciudades de Nimes y Montpellier, y derramaron los 25.000 litros de vino español que llevaba uno de los transportes.
La Embajada española en París presentó ayer una nota verbal en el Ministerio de Asuntos Exteriores en la que señala que “condena una vez más las agresiones sufridas por personas y bienes españoles en Francia”. Además, el embajador, Ramón de Miguel, envió sendas cartas a los ministros franceses del Interior, Bruno Le Roux, y de Agricultura, Stéphane Le Foll, para «expresarles su preocupación y pedirles su ayuda para frenar esta deriva».
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Las autoridades galas condena los hechos, que afectaron a dos camiones cargados con vino
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España, que teme que estos ataques se puedan reproducir cuando comience la campaña de exportación de frutas y verduras, recuerda a Francia que está «obligada a garantizar la libre circulación de mercancías y de personas dentro de la Unión Europea», según un comunicado del Ministerio español de Asuntos Exteriores. Las autoridades españolas subrayan que estos actos «no contribuyen a la seguridad jurídica necesaria que todo Estado de Derecho de la UE debe garantizar», e indican que han puesto los hechos en conocimiento de la Comisión Europea.
Ayer, el ministro galo de Agricultura expresó su “firme condena” de los ataques y en el mismo sentido se pronunció un portavoz de la Embajada de Francia en Madrid, quien indicó que desde la legación se trata de fomentar lo contactos entre los productores españoles y franceses para evitar la repetición de este tipo de hechos. La zona en la que se han registrado los últimos ataques se encuentra sometida a un proceso de reconversión de la producción vitivinicola y las viñadores franceses temen la competencia de los precios más reducidos que tienen los vinos españoles de calidad baja.