De izquierda a derecha, los embajadores de Nicaragua, Ecuador, Panamá y El Salvador, y el director de la Real Academia de la Lengua, ante el busto de Rubén Darío./ Foto: AR
Alberto Rubio. 19/01/2017
De escritor a escritor y de embajador a embajador, Carlos Midence glosó ayer la figura de Rubén Darío, en el 150 aniversario de su nacimiento, durante un homenaje celebrado en la glorieta madrileña que lleva el nombre del poeta nicaragüense.
El nuevo embajador de Nicaragua en España señaló que “el poeta de poetas”, como describió Pedro Salinas a Darío, “plantó el poder de lo bello ante el infinito tenebroso de la modernidad burguesa imperial”. Midence añadió que Darío, “con imaginación y creatividad, denunció los problemas más acuciantes del mundo contemporáneo: la guerra, el colonialismo y la deshumanización”.
Ante una nutrida representación de diplomáticos y autoridades españolas –entre los que se encontraban los embajadores de Ecuador, El Salvador y Panamá, el director de la Real Academia Española de la Lengua, Darío Villanueva, y la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos Aramburo-, el jefe de la misión nicaragüense calificó a Rubén Darío como “un rebelde, un insurgente”, que se enfrento a lo establecido por el colonialismo desde un punto de vista “antidogmático, contracultural y desafiante”.
El breve acto, que comenzó con la interpretación de los himnos nacionales de Nicaragua y España y la colocación de una ofrenda floral ante el busto del “maestro del modernismo”, terminó con la lectura del famoso poema “Canción de Otoño en Primavera”.