Javier Fernández Arribas
Director de Atalayar entre Dos Orillas
Las últimas decisiones del todavía presidente de Estados Unidos, Barack Obama, algunas pataletas, están siendo sonadas y demuestran que no ha digerido la pérdida de las elecciones y actúa contra Rusia por el hackeo de las cuentas de correo electrónico del equipo de Hillary Clinton en las últimas elecciones.
Es una muestra más de la Guerra Fría que comenzó con la crisis de Ucrania y ha continuado en Siria. Aquí Rusia ha dejado en evidencia a la diplomacia norteamericana y europea al presentar un acuerdo para negociar la paz y cesar los combates entre el gobierno de Al Assad que se apuntala en el poder, y la oposición.
La lucha contra los grupos terroristas, como Daesh, continúa. El paso dado por Rusia en Oriente Medio es muy significativo y habrá que esperar a las decisiones del nuevo presidente Trump para ver si se pueden reconducir las relaciones y recuperar cierta estabilidad internacional que favorezca el crecimiento económico y la mejora de la calidad de empleo, que es uno de los factores fundamentales que provocan populismo y que hay que solucionar cuanto antes para evitar crisis graves en países europeos como Francia, Holanda, Italia y Alemania con elecciones generales en 2017.
Este artículo ha sido publicado originalmente en Atalayar