François Hollande y Mariano Rajoy en su última cumbre./ Foto: Pool Moncloa
The Diplomat. 09/12/2016
El embajador español en París, Ramón de Miguel, hizo gestiones en noviembre ante el Palacio de El Elíseo y el Quai d’Orsay para celebrar una cumbre hispano-francesa en Madrid en los primeros días de diciembre, pero el resultado fue infructuoso.
The Diplomat ha tenido acceso a las notas reservadas que se intercambiaron sobre este asunto el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y De Miguel a lo largo del pasado mes de noviembre tras la formación del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy.
La última cumbre bilateral data de diciembre de 2014. Fue la número 24 y se celebró en París con la asistencia de Rajoy, siete ministros y el secretario de Estado de Exteriores en representación del entonces jefe de la Diplomacia española, José Manuel García-Margallo, quien se encontraba de viaje oficial en Alemania con Felipe VI.
El año pasado no se pudo celebrar la vigésimo quinta edición por la campaña electoral española y por la conferencia del Clima en París tras los atentados yihadistas y que concentraron “todos los esfuerzos” del Gobierno francés.
Y en este 2016, la situación ha sido la misma por el impasse político español. Sin embargo, con un Ejecutivo ya formado en España, De Miguel sondeó primero al Quai d’Orsay por la posibilidad de realizar una cumbre “en los primeros días de diciembre” de este año. La respuesta gala fue “en principio positiva” porque han pasado dos años sin cumbres bilaterales y desde el Ministerio de Exteriores francés admitieron que era fácil encontrar una fecha ya que las cumbres programadas con Italia y Polonia tuvieron que ser pospuestas.
El formato de la reunión sería, en opinión de De Miguel, “una reunión de trabajo por la mañana seguida de una rueda de prensa de ambos Presidentes y un almuerzo, al cabo del cual la delegación francesa volaría de vuelta a París”.
Dastis dio luz verde a las gestiones del embajador en París pero a finales de noviembre llegó la negativa gala a esta cumbre bilateral. Precisamente, Hollande anunció la pasada semana que no se presentará a la reelección en las presidenciales francesas de mayo y el primer ministro, Manuel Valls, dimitió el lunes para lanzarse a las primarias socialsitas.
Estas dos decisiones y el calendario político francés ponen muy difícil que Rajoy y Hollande lleven a cabo esta cumbre hispano-francesa de Madrid. Es más, al Ejecutivo español le puede interesar ahora esperar a ver quién es el nuevo inquilino de El Elíseo a partir de mayo de 2017 para volver a plantear esta cita política entre ambos países.
El propio De Miguel advierte en uno de sus escritos de que “todo el sistema francés está muy atento a que las iniciativas y los programas que se sancionan a nivel de cumbre, tengan el máximo cumplimiento a nivel político”. Y poco margen decisorio va a tener Hollande a partir de ahora, cuando sólo le quedan cinco meses en el poder.