Aznar, ayer, entre Pastrana y Uribe./ Foto: IADG
Eduardo González. 08/11/2016
El ex presidente del Gobierno español José María Aznar y los ex presidentes colombianos Álvaro Uribe y Andrés Pastrana analizaron ayer las consecuencias del plebiscito del pasado 2 de octubre sobre los acuerdos de paz firmados en La Habana por el presidente Juan Manuel Santos y las FARC, los cuales, según ellos, hubieran traído «el chavismo a Colombia».
“Estas personas ganaron un plebiscito en contra del gobierno de su país, de todos los gobiernos latinoamericanos, de todos los gobiernos de la Unión Europea, del Vaticano y de la ONU”, declaró Aznar en el curso de una mesa redonda organizada en la sede de Casa América por el IV Foro Atlántico IADG y que fue moderada por el periodista Ramón Pérez-Maura.
“Lo que ocurre en Colombia afecta no sólo a Colombia”, prosiguió. “Forma parte del mismo proceso por el que se han restablecido las relaciones con Cuba sin condiciones y se ha hecho todo lo posible para que el régimen de Nicolás Maduro no sólo no cambie, sino que perdure”, denunció. “Éste es el legado que se ha querido desarrollar en América”, añadió, sin aludir expresamente al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Según Aznar, “eso que se llama comunidad internacional hizo una apuesta política” por un proceso de La Habana cuyos «países garantes eran dos democracias con tanto pedigrí como Cuba y Venezuela», y «olvidó que había algo que se llama pueblo colombiano que, obviamente, quiere la paz, pero en otras condiciones”.
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Afirma, sin aludir a Obama, que el proceso de La Habana forma parte de un “legado” favorable a Cuba y a Maduro
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Por ello, prosiguió, “ahora que en España, afortunadamente, ya no tenemos un gobierno interino, espero que el presidente del Gobierno y mi buen e inteligente amigo ministro de Asuntos Exteriores (Alfonso Dastis) tomen nota de estas circunstancias”.
Por su parte, Uribe expresó su “inmensa gratitud” a Aznar por haber comprendido «que la paz no puede ser la entrega de la democracia”, y aseguró que los acuerdos de paz hubieran permitido “una policía política” contra el paramilitarismo “muy semejante a las del castrismo, la KGB y Chávez”, y ponían “en riesgo de asfixia a la economía privada”.
Todo ello, advirtió, “podría llevar a Colombia a seguir el mismo camino marxista-leninista, castrista y chavista de Venezuela”. El acto fue interrumpido varias veces por colombianos que reclamaron justicia para «las víctimas de Uribe».