El actual titular de Exteriores no oculta su deseo de continuar.
The Diplomat. 24/10/2016
Tras la decisión adoptada ayer por el Comité Federal del PSOE, mayoritariamente favorable a abstenerse para permitir que Mariano Rajoy pueda ser investido presidente de Gobierno, las posibilidades de que el líder del PP pueda formar nuevo Ejecutivo a partir del lunes, día 31, son bastante altas. Aún debe producirse la votación en el Congreso, pero ya han comenzado las quinielas de ministrables, aunque, como siempre, habrá más fallos que aciertos.
Salvo sorpresas, hay un grupo de los actuales ministros que parecen tener la continuidad asegurada, lo mismo que la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría. Estaría formado por Fátima Báñez (Empleo) Rafael Catalá (Justicia más Fomento), Isabel García-Tejerina (Agricultura) e Íñigo Méndez de Vigo (Educación), aunque es muy posible que pudieran cambiar de cartera.
Menos seguridad parece haber sobre otros ministro, entre los que se encontraría el titular de Asuntos Exteriores,José Manuel García-Margallo,que ha sido uno de los líderes del llamado G-8 dentro del Consejo de Ministros, un grupo que ha tenido roces en la pasada legislatura con la vicepresidenta. De él formaban parteJosé Manuel Soria, Ana Pastor, Miguel Arias Cañete o José Ignacio Wert, que ya no se sientan en las reuniones del Consejo de Ministros.
Rajoy se ha llevado bien con todos sus ministros, pero sus preferencias siempre han estado con los sorayistas, término con el que se ha identificado a personas como Alfonso Alonso, Fátima Báñez o Cristóbal Montoro. Margallo ha funcionado en muchas ocasiones como un “verso suelto” y además, no ha tenido buena interlocución con el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas.
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Margallo quiere seguir, pero si fuera relevado se apuntan dos nombres: Moragas y Méndez de Vigo
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Desde Moncloa se criticó en su momento la propuesta de reforma de la Constitución que el titular de Exteriores dice tener guardada en el cajón y el que, según aseguran algunas fuentes, Margallo se habría ofrecido -en el impasse político de febrero- a algunos veteranos dirigentes del PSOE como una alternativa dentro del PP si ambos partidos daban el paso para formar un Gobierno de gran coalición como el de Alemania. Sin embargo, Margallo, uno de los ministros más dispuestos a atender las solicitudes de los periodistas, siempre ha negado públicamente el apoyo a cualquier opción de Gobierno que pasara por prescindir de Rajoy.
El actual titular de Exteriores no oculta su deseo de continuar en un puesto en el que se encuentra cómodo, en el que tiene una gran visibilidad, y donde, entre otras cosas, podría seguir pilotando uno de sus asuntos preferidos -Gibraltar- justo en el momento de las negociaciones del Brexit.
Si, a pesar de todo, Rajoy optara por prescindir de él o situarle en otro Ministerio, podría tener en cartera un par de posibles sustitutos para hacerse cargo del Palacio de Santa Cruz. Uno de ellos es, precisamente, Jorge Moragas. El presidente le podría premiar con este puesto por sus años de fiel trabajo junto a él, primero como jefe de Gabinete cuando el líder del PP estaba en la oposición y desde 2011, ya en la Moncloa. Moragas es diplomático de carrera y estaría encantado con el puesto, pero Rajoy podría pedirle que continuara donde está en una legislatura que no va a ser fácil.
El otro posible sustituto es Íñigo Méndez de Vigo, actual ministro de Educación, y que al inicio de la pasada legislatura ocupó la Secretaría de Estado para la UE tras casi 20 años como eurodiputado en Estrasburgo. Conoce bien el Ministerio y en Educación se ha mostrado como una persona dialogante y favorable a los consensos, dos cualidades a tener muy en cuenta en el nuevo Ejecutivo de Rajoy, ya que sus ministros tendrán que negociar con los partidos de la oposición desde el primer día. Méndez de Vigo tiene buena imagen en el Ministerio de Exteriores, pero precisamente las dos cualidades citadas podrían atarle a su actual cartera si se acomete la tarea pendiente del alcanzar un pacto los más amplio posible en materia de educación.