Portada de la revista «Diplomacia».
The Diplomat. 20/10/2016
La revista “Diplomacia» presentó el martes su último número dedicado a los 75 años de la Escuela Diplomática, que se cumplirán en noviembre de 2017.
En el acto, desarrollado en la sede de la Escuela intervinieron el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Cristóbal González-Aller, y el director del centro, Enrique Viguera, junto al director de la revista, Santiago Velo de Antelo.
En su intervención, González-Aller destacó que la función de la Escuela fue asegurar la selección y formación inicial de los diplomáticos es ya sólo un parte de la misión que tiene actualmente, que es -dijo- “la de asegurar la formación continua de todos los funcionarios de la carrera diplomática”.
De ahí, -explicó- que se organicen regularmente cursos de actualización presenciales en materias como asuntos administrativos, consulares, culturales, cooperación al desarrollo, Unión Europea, diplomacia pública, comunicación etc, utilizando también las nuevas tecnologías. “La carrera es larga y la vida internacional demasiado compleja”, afirmó.
También señaló que, con la nueva Ley de Acción y del Servicio Exterior del Estado la Escuela Diplomática debe encargarse igualmente de formar a cuantos funcionarios públicos o personal contratado vayan a ser destinados a nuestras Embajadas y Consulados Generales y se conviertan en personal del Servicio Exterior del Estado.
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El subsecretario de Exteriores y el director de la Escuela exponen el papel de la institución en el siglo XXI
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Por su parte, Enrique Viguera, de quien se ofrece en el número de la revista presentado una amplia entrevista, destacó que la base sociológica de la Carrera Diplomática ha cambiado profundamente en 75 años, como lo ha hecho la propia sociedad española.
El director de la Escuela señaló, asimismo, que esta “no debe contentarse con realizar una labor formativa”, sino que “tiene que abrirse a la sociedad; debe ser una ventana más del propio Ministerio de Asuntos Exteriores, como el resto de sus instituciones de diplomacia pública, a fin de contribuir a que se conozcan mejor los grandes temas internacionales y la posición de España en ellos”.
Por ello, indicó que, tras la superación de las oposiciones a la Carrera Diplomática, el curso selectivo de la Escuela Diplomática se debe centrar exclusivamente en la práctica diplomática y consular, incluyendo la introducción de las nuevas herramientas de trabajo de la profesión, ejercicios de simulación de reuniones y conferencias internacionales, técnicas de negociación, mejora de la comunicación oral y escrita, correcta elaboración de documentos y ‘policy papers’, estudio de idiomas opcionales, visitas a instituciones, viajes al extranjero incluyendo convivencias con jóvenes diplomáticos de países terceros cercanos, prácticas en Embajadas, Consulados Generales o en el propio Ministerio etcétera.