El ex presidente Rodríguez Zapatero./ Foto: Pimkie/Flickr
Darío Menor (Roma). 06/09/2016
El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viajó ayer a Venezuela para ofrecer su colaboración en el proyecto de diálogo impulsado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro.
Ambas partes mantienen un enfrentamiento creciente manifestado en la concentración de protesta contra el Ejecutivo del pasado jueves, en la que cientos de miles de ciudadanos solicitaron la convocatoria de una consulta revocatoria al Gabinete de Maduro. Zapatero ha mantenido continuas estancias en Caracas en los últimos meses para desarrollar su labor como mediador.
El encargado de informar del último viaje del ex presidente socialista fue el ministro en funciones de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. Durante un encuentro con periodistas ayer en Roma, donde participó el día anterior junto a la reina Sofía en la canonización de la madre Teresa del Calcuta, García-Margallo contó que acababa de recibir una llamada telefónica del antiguo líder socialista y destacó el papel “extraordinariamente activo” que mantiene España en la iniciativa internacional para rebajar la tensión en Venezuela.
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Margallo trató con Monseñor Gallagher la situación en el país latinoamericano
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La situación en el país latinoamericano fue uno de los temas que el jefe en funciones de la diplomacia española trató en el encuentro que mantuvo con el secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede, el arzobispo británico Paul Richard Gallagher. El Vaticano ha mostrado una gran preocupación por la inestabilidad que se vive en Caracas e incluso barajó en el pasado que ejerciera como mediador el actual secretario de Estado, el cardenal italiano Pietro Parolin, quien fue nuncio apostólico en la capital venezolana antes de que el Papa lo llamara a Roma para convertirlo en su ‘mano derecha’.
Francisco confió al final la tarea de negociador a monseñor Gallagher, quien tenía previsto viajar a Caracas el pasado mes de mayo, pero la visita fue anulada en el último momento por causas “que no dependían de la Santa Sede”, según explicó el episcopado local. Maduro pensaba reunirse en Roma con el Pontífice el 7 de junio de 2015, pero ocurrió algo similar: canceló la audiencia el mismo día aduciendo que sufría una otitis que le impedía tomar un avión.