Margallo junto al presidente de TRAGSA./Foto: TD
Eduardo González. 22/07/2016
“Más de una vez llegué a pensar que me tendría que despedir del Ministerio sin haber cumplido este objetivo”, confesó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tras la firma de la Encomienda de Gestión del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a la Sociedad Mercantil Estatal TRAGSA para la ejecución de las obras de acondicionamiento de la futura sede del Ministerio, en la Plaza del Marqués de Salamanca.
Según el ministro, la rehabilitación de la sede se convirtió en uno de sus primeros objetivos “a la semana exacta” de su toma de posesión, pero hubo que esperar. “El Ministerio de Hacienda me advirtió entonces de que no estaba la Magdalena para tafetanes y que no estábamos para inaugurar ministerios en tiempos de crisis”, admitió.
Por ello, García-Margallo se mostró especialmente satisfecho por el cumplimiento de “un sueño que llevaba muchos años prometiéndose en las copas de Navidad sin materializase nunca».
Según el ministro, la “vuelta a casa” permitirá culminar “un proceso encaminado a dar una coherencia especial a este Ministerio», ya que, con la nueva sede, se pondrá fin a la “dispersión del servicio exterior”. “Vamos a poder hablar entre nosotros, vernos las caras entre nosotros e implicarnos más en la acción exterior, que sólo puede ser bien entendida si es una acción colectiva», manifestó.
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Asegura que el edificio permitirá ahorrar diez millones de euros anuales en arrendamientos
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Asimismo, aseguró, la recuperación de la antigua sede permitirá ahorrar los casi nueve millones de euros que se pagan al año en arrendamiento por la sede de Torres Ágora y el millón de euros que cuesta la Dirección General de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios, en la calle Pedro Ruiz de Alarcón de Madrid.
A finales de mayo, García-Margallo informó en una carta a todos los trabajadores de su Ministerio de que el Consejo de Ministros había decidido desbloquear los créditos necesarios para acometer la financiación de las obras y precisó que la operación iba a costar “casi 79 millones de euros”.
Durante el mismo acto, la subsecretaria del Ministerio de Hacienda, Pilar Platero, afirmó que el edificio es “un ejemplo” de la voluntad del departamento de procurar “una mayor eficiencia en el sector público y la racionalización de nuestro patrimonio inmobiliario” y que este “esfuerzo financiero va a ver recompensado por el ahorro en los arrendamientos que está pagando el Ministerio de Exterioes a cargo de los presupuestos”.
Por su parte, el presidente de TRAGSA, Miguel Jiménez, afirmó que esta operación es “el más claro ejemplo de cómo la administración debe trabajar para poner en valor el patrimonio inmobiliario del Estado”.