Loizaga y Margallo durante la rueda de prensa./ Foto: TD
Eduardo González. 21/07/2016
El retraso de las negociaciones del acuerdo de asociación entre la UE y Mercosur es uno de los puntos más importantes que trataron ayer en Madrid los ministros de Exteriores español y paraguayo, José Manuel García-Margallo y Eladio Loizaga.
“El intercambio de ofertas ya está hecho, pero hay dificultades que pueden ensombrecer los horizontes”, declaró García-Margallo durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo paraguayo en el Palacio de Viana.
Una de esas dificultades es la incertidumbre por las elecciones de Estados Unidos, que podrían retrasar las negociaciones del acuerdo de libre comercio e inversiones (TTIP) y, con ello, las que lleva a cabo la UE con Mercosur. El otro problema es el Brexit, que podría “obligar a dedicar determinados recursos a estudiar la salida del Reino Unido”, añadió.
Por su parte, Loizaga aseguró que “el interés prioritario para los cuatro países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay)” es “avanzar” hacia un acuerdo que abra “un flujo de comercio que permita a Mercosur el desarrollo y la creación de empleo”. Las negociaciones comenzaron en 1999, pero se interrumpieron en 2004 a causa de los distintos cambios de gobierno y de las diferencias comerciales. Las dos partes decidieron reanudarlas durante la cumbre euro-latinoamericana de 2010 en Madrid.
[hr style=»single»]
Margallo afirma que las elecciones en EEUU y el Brexit retrasan el acuerdo de asociación UE-Mercosur
[hr style=»single»]
Por otra parte, el ministro paraguayo expresó sus serias dudas sobre la idoneidad de Venezuela, un país que no forma parte del acuerdo de integración comercial del organismo y que se opone a las negociaciones con la UE, para presidir Mercosur.
La actual presidencia semestral corresponde desde diciembre a Uruguay, pero el pasado 11 de julio, los ministros de Exteriores de Mercosur decidieron dejar en suspenso el traspaso a Venezuela. Uno de los países más duros fue, precisamente, Paraguay.
Según Loizaga, “la presidencia pro tempore del Mercosur es por orden alfabético, pero se perfecciona judicialmente con una reunión del consejo de ministros de Asuntos Exteriores del Mercosur, con presencia de los jefes de Estado”, que, en este caso, ha decidido aplazar el traspaso.
“Venezuela es un país que en estos momentos dedica mucho tiempo a las cuestiones internas y un presidente del Mercosur no puede dedicarse tanto a cuestiones internas” que, además, podrían dañar la imagen exterior de este organismo, prosiguió. Aparte, añadió, en Venezuela se viven “situaciones que ameritan mucha atención, como el respeto a los principios vinculados al Estado de derecho o a los derechos humanos”.