El Museo del Prado de Madrid dedica, hasta el próximo 12 de junio, una exposición al pintor Georges de La Tour. Poco se sabe de su primera formación en la ciudad católica de Vic-sur- Seille, en la Lorena francesa, que debió concluir hacia 1610, en torno a los 17 años. La documentación posterior lo muestra como un pintor acomodado en lo económico, desabrido en lo personal y reconocido en lo profesional.
La Tour vivió en un momento crítico para la historia de la Lorena que finalizó con la pérdida de la independencia política del ducado. En estas adversas condiciones concibió una pintura dotada de lirismo sorprendente, sobre todo en sus escenas nocturnas, casi todas ellas religiosas.