El ladrillo es de nuevo más rentable que los productos de ahorro bancarios.
Miguel Cifuentes. 09/04/2016
La crisis del sector inmobiliario es historia pasada en España, tras ocho años muy duros. Todos los indicadores apuntan a que este año crecerán las ventas, la construcción de nuevas viviendas y la concesión de créditos por parte de la banca. Los precios subirán un 5%, una cifra relevante que consolida la subida de precios del año 2015.
Así lo anuncia SOLVIA, una de las mayores inmobiliarias de España, propiedad de Banco Sabadell. Llevamos dos años con los precios recuperados, y en el año 2015 -según el INE (Instituto Nacional de Estadística)-, los precios tocaron suelo y rebotaron ya un 4,2%. Además, la vivienda nueva subió un 5,8% y la usada un 4%, una tendencia que se mantiene, según los expertos consultados por The Diplomat.
Un dato insólito en el reciente Salón Inmobiliario de Madrid es que se vendieron más pisos sobre plano y pendientes de construir que pisos nuevos terminados, algo que era propio del «boom» inmobiliario y que no ocurrió nunca en los últimos siete años de crisis.
La nota negativa es que en 2015 todavía siguió el ajuste de precios para la vivienda usada: quienes vendieron su casa en 2015 tuvieron que rebajar los precios un 14% de media y en muchas provincias (costa mediterránea, provincias del interior) sigue la caída de precios dado el gran stock de vivienda invendible.
Pero el dato relevante es que la inversión vuelve de nuevo al sector inmobiliario, impulsada tanto por los inversores institucionales como por los particulares. Tampoco se ha retirado la inversión extranjera, que sigue comprando inmuebles, oficinas, centros comerciales, locales y suelo urbanizable, aunque no al mismo ritmo y volumen que en los años 2013 y 2014, en que hubo un «boom» de inversores extranjeros. De cualquier modo, por primera vez desde el año 2007 la inversión inmobiliaria es de nuevo atractiva para los inversores en general, incluyendo sobre todo los particulares, los pequeños inversores.
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Tras caer un 45% desde 2008, los precios de la vivienda subirán este año un 5%
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El ladrillo es de nuevo más rentable que los productos de ahorro bancarios, los depósitos a plazo fijo, la Deuda Pública o la Bolsa. Bancos como BNP Paris o Renta 4, estiman que la inversión inmobiliaria tanto en pisos para alquilar como en fondos de inversión inmobiliaria (Socimis) puede generar una rentabilidad anual entre el 5 y el 7%, por encima de lo que ofrecen los índices de Bolsa o los dividendos de grandes compañías cotizadas en Bolsa. Esto no pasaba en los últimos ocho años y es un síntoma claro de recuperación.
Todos los agentes operadores en el sector inmobiliario coinciden en que la recuperación del inmobiliario es un hecho y se consolidará pese a la incertidumbre política, la ausencia de Gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones generales el próximo 26 de junio.
El crédito hipotecario está creciendo en este momento a un ritmo mensual del 10%, algo nunca visto desde el inicio de la crisis, y los bancos han rebajado las exigencias para la concesión de crédito. La mejora del empleo (450.000 nuevos puestos de trabajo el año pasado) ayuda a impulsar la demanda de crédito, al tiempo que los tipos de interés muy bajos (entre 3% y un 5%) animan a los compradores a solicitar préstamos.
También ayuda de modo significativo el que ha mejorado mucho la morosidad en la banca, que ha bajado desde el 14% del año 2013, el punto más alto, al 10% en diciembre de 2015.
Sin embargo, la Banca sigue arrastrando una pesada losa de pisos tóxicos, producto de los embargos por créditos hipotecarios impagados. No consigue deshacerse de todo este patrimonio tóxico, pese al fuerte dinamismo en las ventas de sus pisos. A finales de 2015 los bancos españoles tenía pisos adjudicados (embargados) por valor de 84.000 millones de euros, cifra que es solo un 0,95% menor que en el año 2014. Eso supone que sigue arrastrando la misma carga de pisos del año 2012, que nunca ha bajado de los 75.000 millones de euros.
El Banco de España advierte de que es un porcentaje muy alto de su activo, en su último informe de mayo sobre “Estabilidad Financiera”. Califica el stock inmobiliario como una “grave rémora para el aumento de la solvencia de las entidades”.