Foto: Mercosur
Eduardo González. 29/04/2016
El próximo mes de julio, Venezuela asumirá la presidencia semestral del Mercosur. Poco antes, a mediados de mayo, se habrán dado los primeros pasos necesarios para el arranque de las negociaciones sobre el tratado de asociación entre la UE y este organismo latinoamericano, a las que Caracas se opone abiertamente.
Según indicaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación a The Diplomat, la presidencia de Venezuela no debería afectar a las negociaciones, ya que este país es el único miembro de Mercosur (los otros son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) que, desde su adhesión en 2012, no forma parte del acuerdo de integración comercial del organismo y, por tanto, no se vería concernido por el tratado. Bolivia se encuentra actualmente en pleno proceso de adhesión.
Aparte, según las mismas fuentes, el intercambio de ofertas para el tratado de asociación entre la UE y Mercosur ya ha sido fijado para mediados de mayo y este plazo se mantendrá “inamovible” en cualquier caso y al margen de qué país presida la organización.
No obstante, para el Gobierno español lo deseable sería que el arranque formal de las negociaciones (cuyo primer paso necesario es el intercambio de ofertas) se produjese antes del 1 de julio, durante la actual presidencia uruguaya, ya que “quedaría raro” emprender un proceso de este tipo bajo la presidencia de un país que se ha autoexcluido de él. En el seno de la UE, el escollo más grave es Francia, que se opone al acuerdo por estimar que afecta a “productos sensibles” y podría perjudicar a los agricultores europeos.
[hr style=»single»]
La presidencia semestral del organismo recaerá ese mes en Venezuela, opuesta al tratado de asociación
[hr style=»single»]
Los cuatro países suramericanos implicados en las negociaciones representan más del 80 por ciento del PIB de la región. En 2013, Mercosur fue el sexto destino de las exportaciones de la UE, con un monto de 57.000 millones de euros.
Las negociaciones del acuerdo de asociación, que incluye aspectos políticos, comerciales y de cooperación, comenzaron en 1999, pero se interrumpieron en 2004, a pesar de los primeros avances, a causa de los distintos cambios de gobierno y de las diferencias comerciales. Las dos partes decidieron reanudarlas durante la cumbre euro-latinoamericana de 2010 en Madrid.