Palacio de Pedralbes en Barcelona, sede de la UpM./Foto: MAEC
The Diplomat. 04/05/2016
El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes las contribuciones voluntarias a organizaciones y programas internacionales correspondientes a 2016, por un importe de 340.000 euros. La parte del león, con gran diferencia sobre el resto, se la lleva la Unión por el Mediterráneo (UpM), con 200.000 euros.
Tal como informó el Gobierno, el objetivo de estas contribuciones voluntarias es ayudar a organismos, fondos y programas internacionales dedicados a la defensa de los derechos humanos, la paz y la seguridad y a la lucha contra el terrorismo y el crimen, siempre en consonancia con “las prioridades políticas” de España.
Casi dos terceras partes de las contribuciones de este año recaerán en la Unión por el Mediterráneo, un organismo del que España es miembro fundador y cuyo Secretariado General se encuentra precisamente en Barcelona.
“Para España es de vital importancia seguir manteniendo su posición de liderazgo en la UpM para desarrollar su política mediterránea y reforzar sus relaciones con los países de la región, así como para poder influir en la Política de Vecindad de la Unión Europea con dichos países”, señaló el Consejo de Ministros.
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Aportará 340.000 euros a programas y organizaciones que fomenten la paz y los derechos humanos
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El resto de las contribuciones se distribuyen de la siguiente manera: 30.000 euros para el European Peace Institute, una herramienta “externa y flexible” de apoyo a los esfuerzos de paz de la UE; el European Endowment for Democracy, un programa que proporciona apoyo financiero a activistas políticos, periodistas y ONG; y la asociación Intenational Holocaust Alliance (IHRA).
Asimismo, España aportará 25.000 euros a la Anna Lindh Foundation, una fundación que fomenta “la participación de la sociedad civil española en la promoción del conocimiento, reconocimiento y respeto mutuo entra las culturas del Mediterráneo”; y a la Asia Europe Foundation, cuya función es fomentar el conocimiento entre Asia y Europa, promover el diálogo religioso y la moderación frente al fundamentalismo y combatir el radicalismo.