Foto: A.R.
Argita Daudze / Embajadora de Letonia
Alberto Rubio. 15/04/2016
Conoce a fondo a los vecinos de Letonia en el Este de Europa. Para la embajadora de Letonia, España es un territorio diferente, al que llega “a aprender y comprender”. Argita Daudze, que presentó Credenciales a Felipe VI el pasado jueves, subraya la indudable pertenencia física, política y cultural de Letonia a Europa.
Tras décadas en la URSS, no tardaron mucho en reincorporarse a la democracia occidental. ¿Cómo lo lograron?
Letonia recobró su independencia de la URSS en 1991. No queríamos el sistema soviético, que trataba de destruir nuestras raíces porque creían que así destruían nuestro estado. Pero conseguimos recuperar nuestra independencia. Nos ayudó que preservamos nuestra identidad durante la ocupación. Siempre pertenecimos a la civilización europea.
Rusia sigue siendo su vecino…
Por eso en nuestra Presidencia de la UE insistimos en la política de vecindad, que tiene dos partes: sur y este. Igual que en España tienen experiencia en el Mediterráneo, Letonia tiene experiencia en la política de vecindad hacia el este. La UE puede beneficiarse de ambas.
Hablando de fronteras. ¿La UE ha manejado bien la crisis de los refugiados?
Faltó prevención. Tenemos que aprender de nuestros errores. La crisis en Europa está relacionada con flujos organizados de migración. No estábamos preparados.
¿Hubo descoordinación?
Ante una crisis de esa magnitud cada país tiene que decidir rápidamente qué hacer. En la UE esas decisiones llevan tiempo. Hay un dicho en Letonia: “si quieres buenas relaciones con tus vecinos debes hacer una buena valla”. No lo digo textualmente por esta crisis de refugiados, pero para que las cosas funcionen tiene que haber límites. La seguridad y la cooperación a ambos lados de las fronteras son fundamentales.
España y Letonia cumplen 95 años de relaciones bilaterales.
Sí. Fue el 9 abril de 1921. España mantuvo su reconocimiento de iure a nuestro Estado después de la ocupación soviética. Aunque hasta 1991 no renovamos nuestras relaciones a nivel de embajador, tuvimos un “representante diplomático” en España desde 1953 a 1969, que era un diplomático de nuestra representación en Londres. Cuando él murió nadie le sustituyó.
Acaba de llegar a España. ¿Cómo se siente?
Estoy feliz de estar aquí, en el país donde nació Cervantes. Sus personajes, Don Quijote y Sancho Panza, aún viven en los españoles.
Se nota su formación de historiadora…
Es muy interesante mirar a la historia de nuestras relaciones diplomáticas. Escribí mi trabajo final en la Escuela Diplomática de Viena sobre la independencia de facto y de iure de Letonia, el establecimiento de relaciones de Letonia con España en 1918 y su reestablecimiento en 1991. Y me sigue interesando nuestra relación bilateral desde un punto de vista político pero también cultural.
¿Diplomacia cultural?
Es muy importante. Su Embajada en Riga apoyó la publicación de “Diálogos”, un libro bilingüe de canciones populares letonas y españolas. Y la traducción de las “Novelas Ejemplares” constituye un vínculo entre nuestras culturas. Eso prueba que la diplomacia cultural da frutos y quiero desarrollarla. Mirar atrás, en este caso, significa mirar al futuro. Por ejemplo, la Universidad de Salamanca jugo un importante papel en los años 20 y 30 al desarrollar un interés por la literatura y la filosofía españolas en Letonia. Konstatins Raudive, que estudió allí, fue el primero que tradujo al letón el “Quijote“ y las «Novelas Ejemplares”, así como obras de Unamuno y Ortega y Gaset. Por ello, visitaré pronto la Universidad de Salamanca, entre otras. Y vamos a implicar a los letones que viven en España en la celebración del centenario de nuestras relaciones.
¿Habrá novedades en el ámbito político?
Algunos parlamentarios letones tienen interés en establecer contactos con los comités parlamentarios de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea, y con los presidentes de ambas cámaras españolas. Vamos a ayudar a organizar una visita, probablemente en la segunda mitad del año.
¿Y en las relaciones económicas?
Nuestro balance comercial es equilibrado. Exportamos productos farmacéuticos, madera, productos alimenticios, cristal de alta calidad, e importamos productos agrícolas y textiles. Pero tenemos mucho por hacer y podemos encontrar otros campos, como turismo, infraestructuras, ferrocarriles o tecnologías de la información.
SUS FAVORITOS
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[box style=»0″]UN LUGAR
«Mi ciudad, Liepāja, con preciosas playas y una vibrante vida cultural».
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[box style=»0″]UN LIBRO
«“La historia de San Michele”, de Axel Munthe, una autobiografía muy curiosa».
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[box style=»0″]UN PLATO
«El pastel de mi madre y mi abuela, con pan negro, crema y arándanos».
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