Imagen de los participantes en el acto./ Foto: @rielcano
Eduardo González. 15/04/2016
Los expertos en terrorismo han vuelto a incidir en la llamada “segunda generación” de inmigrantes musulmanes en Occidente como potencial semillero del yihadismo, por lo que han alertado de la necesidad de potenciar la integración como medida preventiva y, en el caso de España, de actuar antes de que sea tarde.
“Algo está sucediendo no sólo en Siria o Irak, sino también en nuestra propia sociedad, para que una cuarta o una quinta parte de los combatientes extranjeros proceda de Europa”, declaró Fernando Reinares, director del Programa de Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, durante el acto La amenaza terrorista en Europa: desafíos y respuesta, celebrado ayer en la Fundación Botín de Madrid.
En la misma línea que otros muchos analistas, Reinares recordó que la radicalización se está produciendo “de forma especialmente intensa en la segunda generación, sobre todo en los países de la UE con más proporción de población musulmana, como Francia y Bélgica”, a diferencia de otros “menos afectados” todavía, como España e Italia.
Precisamente sobre el caso español, Carola García-Calvo, investigadora del Programa de Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, advirtió durante el acto de que la segunda generación que reside en nuestro país “está llegando a la adolescencia o a la edad adulta” y, por ello, las autoridades deberían buscar asesoramiento en otros países, como Francia, Bélgica o Reino Unido, “que tienen mayor experiencia” en políticas de integración. «Hay que implicar a la sociedad de lo que ocurre en las aulas, en los gimnasios, en los centros de culto», añadió.
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El 4% de los jóvenes musulmanes británicos rechaza la violencia pero el 70% nunca delataría a un radical
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Según Fernando Reinares, los jóvenes radicalizados en Europa “no responden a un perfil sociodemográfico definido”. “En Francia, más de la mitad proceden de la clase media, y en Reino Unido, la mayor parte tienen estudios universitarios”.
Se trata de “una población que no se identifica con el lugar en que ha nacido ni con el lugar donde nacieron sus padres; son miles de individuos vulnerables por frustraciones, por agravios”, y por “la dinámica de intereses de la propia comunidad musulmanas”. Una reciente encuesta entre la población musulmana británica reveló que “sólo el 4% apoya el terrorismo, pero el 70% nunca delataría a alguien radicalizado”, recordó.
Por su parte, Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), explicó que estos jóvenes de segunda generación viven en países “donde por el apellido o el color no van a poder integrarse en la sociedad y el Daesh les ofrece esa identidad”.