Foto: Y.S.
Tamara Fariñas. 02/04/2016
Las políticas lanzadas por el Gobierno de Quito para captar, de forma temporal, recursos humanos cualificados en el exterior, y la crisis económica que ha vivido España desde 2008 han hecho que la cifra de españoles llegados a Ecuador se haya multiplicado por 20 en los últimos 15 años.
Más de 35.000 españoles —un tercio de ellos, nacidos en España, y los otros dos tercios, españoles de origen ecuatoriano— han llegado a Ecuador desde 2008, cuando arrancó la crisis económica, hasta mediados de 2015. La mayoría de los que llegan tienen entre 25 y 34 años y, en general, tienen una alta cualificación: más de dos tercios cuentan con estudios universitarios y casi la mitad, con estudios de posgrado.
¿A qué se debe? Jara Rodríguez Fariñas y Juan Manuel Romero Valiente, ambos investigadores FLACSO España (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), atribuyen esta tendencia creciente a las políticas puestas en marcha por el Gobierno ecuatoriano para «impulsar el cambio de la matriz productiva».
[hr style=»single»]
Ecuador también busca favorecer el retorno de los ecuatorianos emigrados a España
[hr style=»single»]
Por un lado, con este tipo de medidas Quito busca adquirir «profesionales altamente cualificados» que «puedan formar a la población ecuatoriana«, tal y como explican los investigadores en la revista Política Exterior, de manera que se ha creado un «escenario propicio» para la entrada de trabajadores cualificados del exterior, entre ellos, españoles.
No obstante, estas cifras también son atribuibles a otro tipo de políticas, puestas en marcha no sólo por Ecuador, sino también por España, para ayudar a los ecuatorianos que abandonaron el país a volver. «Un gran número de ecuatorianos que emigraron a España durante la década de los 2000 se han acogido a estas ayudas, y a otras del Gobierno español, para regresar durante los años más duros de la crisis económica española; y gran parte de estos retornados lo han hecho junto a su una familia formada en España, bien con parejas españolas, bien con hijos nacidos en España», afirman Rodríguez Fariñas y Romero Valiente en su estudio.