Foto: A.R.
Avet Adonts / Embajador de Armenia
Alberto Rubio. 18/03/2016
El conflicto de Alto Karabaj marca el futuro de Armenia pero también es “un serio problema de seguridad para Europa”, asegura Avet Adonts, el primer embajador armenio en España.
¿Sería distinta Armenia sin ese conflicto?
Por supuesto. Y todo el sur del Cáucaso, donde también Georgia tiene problemas. Si algún día se solucionan estos conflictos, seremos una de las regiones más desarrolladas porque tenemos grandes recursos naturales y humanos.
¿Cómo le afecta eso a Europa?
Karabaj es uno de los principales problemas para la arquitectura de seguridad europea, que necesita un acuerdo duradero para este conflicto. Si la seguridad europea se ve afectada por el problema de Ucrania, lo mismo pasa aquí. Somos Europa, aunque estemos un poco más lejos. De hecho, la última frontera cerrada de Europa es la frontera entre Armenia, Turquía y Azerbaiyán.
¿Por qué no avanza la negociación?
Los copresidentes del Grupo de Minsk –Estados Unidos, Rusia y Francia- proponen medidas, pero no pueden forzar un acuerdo. La solución que nosotros concebimos debe estar basada en la justicia histórica, las normas del derecho internacional y los compromisos. En cambio, Azerbaiyán emplea el principio de todo o nada.
¿Es un conflicto olvidado?
No lo creo. No hay grandes operaciones militares, pero las violaciones del alto el fuego son diarias. La situación es cada vez más impredecible. Sólo por la actividad del Grupo de Minsk tenemos una relativa paz.
¿Ve alguna solución?
Queremos lograr un acuerdo por medios pacíficos. Pero Azerbaiyán mantiene una propaganda muy agresiva y continua aumentando su presupuesto militar. Mire: si recibieron como héroe al militar que asesinó a hachazos a un oficial armenio en Budapest y los medios azeríes siguen creando un ambiente de guerra, es difícil negociar la paz.
Turquía tampoco ayuda, ¿no?
No tenemos relaciones diplomáticas con Turquía. Estamos dispuestos a reanudarlas pero Ankara se niega si no hay acuerdo sobre Karabaj. Ha tomado partido por Azerbaiyán. Turquía es uno de los grandes países de la región y podría ser un promotor de la paz. Pero prefiere la manipulación.
¿Puede la UE influir sobre Turquía?
No creo. Turquía tiene todavía mentalidad imperialista, especialmente su élite política. Y eso choca con los valores europeos.
¿Cómo son sus relaciones con la UE?
Tenemos muy buenas relaciones con todos los países miembros de la UE, trabajamos constantemente para desarrollar y profundizar esos lazos. Actualmente estamos negociando un acuerdo con la UE que nos permita cooperar de manera más profunda.
Las relaciones con España son escasas…
Sí, escasas pero buenas. Necesitamos un diálogo político más dinámico para fomentar nuestra cooperación económica y por nuestra parte, estamos dispuestos a realizar todos los esfuerzos necesarios para contribuir al desarrollo de las relaciones bilaterales.
¿En qué áreas?
En todas. Armenia es un país pequeño, sin recursos energéticos, pero con recursos humanos. Hay muchas áreas de cooperación en las cuales podemos interesarnos mutuamente, intercambiar experiencias, como las nuevas tecnologías, el turismo, la joyería, la agricultura, el procesado de alimentos o el sector químico, entre otros.
Armenia es muy poco conocida en España…
Cierto. Pocos saben que el primer Señor de Madrid fue el rey León V de Armenia o que Armenia fue el primer país en adoptar el cristianismo. Desde la Embajada tratamos de llenar este hueco y esperamos hacer intercambios entre nuestras sociedades civiles y fomentar las relaciones económicas.
¿Se ha reunido ya con empresas españolas?
Actualmente varias empresas españolas están haciendo negocios en Armenia con mucho éxito. Con el Ministerio de Comercio llegamos a un acuerdo hace un año para organizar una conferencia de negocios con la participación de líderes políticos. Retomaremos la idea en cuanto se forme el nuevo gobierno en España.
SUS FAVORITOS
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«“El maestro y Margarita», el clásico de Mijail Bulgákov».
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«El pescado, en especial la trucha del lago Sevan».
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