Ortega, López-Aranda, Santiago Miralles, Mora y Molina./ Foto: TD
Eduardo González. 10/03/2016
Los ministros de Exteriores de la UE analizarán el próximo lunes las propuestas del enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kohler, entre las que podrían figurar la posibilidad de amenazar con sanciones a los líderes de las facciones rivales, el presidente de la Cámara Rebelde de Trípoli, Nouri Abu Sahmein, y el presidente de los Diputados de Tobruk, Aqila Salah.
Así lo han indicado fuentes diplomáticas, mientras algunos gobiernos occidentales estudian la posibilidad de una intervención militar en Libia para combatir a los milicianos yihadistas que controlan territorios en los alrededores de Sirte.
Martin Kohler almorzará el lunes en Bruselas con los ministros asistentes a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores, a quienes el enviado especial “pedirá una serie de cosas” que contribuyan a poner fin al conflicto, según anunció este martes el director general de Política Exterior y de Seguridad del Ministerio español de Asuntos Exteriores, Enrique Mora, con motivo de la presentación del boletín de la Oficina de Análisis y Previsión del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Durante el acto (organizado en la Casa de América de Madrid y en el que intervinieron el actual director de la Oficina, Ricardo López-Aranda, y dos exdirectores de este organismo, Martín Ortega y el propio Mora, además de Ignacio Molina, investigador del Real Instituto Elcano, y el director de Casa América, Santiago Miralles), Mora puso a Siria y Libia como ejemplos de los riesgos de pretender “anticipar el futuro” en temas de política exterior, una práctica que, a su juicio, condiciona y produce “prejuicios” en los dirigentes mundiales y conduce a graves errores en las tomas de decisiones.
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Martin Kohler pedirá a la UE que amenaza con sancionar a los líderes de las facciones libias
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En el caso de la crisis de Siria, Enrique Mora recordó que la predicción de los analistas de que al presidente Bashar al Assad “le quedaban semanas o meses en el poder“ afectó negativamente en 2012 “a todas las tomas de decisiones” delos líderes mundiales.
“¿Tienen que intervenir los analistas en la toma de decisiones? No. Pero, ¿tienen que aportar ideas a medio plazo factibles y razonables? Sí. Eso debe formar parte del proceso de toma de decisiones, porque si a algún loco se le ocurre meter a 10.000 soldados en Libia, no tendremos el escenario que buscamos, sino un escenario de más conflicto”, manifestó.