Manuel Pimentel, Javier Rupérez, Ramón Pérez Maura y José Luis de Zavala. Foto: ABC/José Ramón Ladra
The Diplomat. 26/02/2016
Javier Rupérez no duda de que José María Aznar ha sido el mejor presidente de Gobierno que ha tenido España a lo largo de los casi cincuenta años de actividad política y diplomática que ha plasmado en su último libro: ”La mirada sin ira”. Quien fuera embajador en la OTAN y en Washington considera también que el 11-S fue el final de la sociedad “alegre y confiada”.
El libro, fue presentado en la noche del miércoles en la Fundación Rafael del Pino, por el ex ministro Manuel Pimentel, presidente de la editorial Almuzara, que publica la obra; y por el adjunto al director de ABC Ramón Pérez-Maura, que fue el encargado de mantener un animado diálogo con el autor.
Rupérez habló, así, de su participación en “Cuadernos para el Diálogo”, la publicación que durante la dictadura franquista aglutinó a sectores democristianos -en los que él se movía- y socialistas y, en su opinión, sirvió “para imaginar cómo redescubrir el diálogo entre españoles y para sentar las bases de un futuro común”. La publicación languideció hasta su desaparición cuando llegó la democracia a España donde, a tenor de los resultados de las primeras elecciones celebradas en el país, se constató que “los democristianos -dijo hemos jugado mal a la política”.
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Presentado el libro «La mirada sin ira», del que es autor el político y diplomático español
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Víctima en 1979 de un secuestro por parte de un comando de ETA del que formaba parte Arnaldo Otegi, que quedará la próxima semana en libertad, Rupérez dijo que no tiene ansias de venganza, pero añadió: “Otegi no tiene biografía, tiene historial delictivo. Cuando me secuestran él tenía 21 años. Que le comparen con Mandela me parece aberrante».
Primer representante permanente de España en la OTAN en 1981, su nombre sonó como ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de José María Aznar, pero este no optó por él y lo envió de embajador a Washington, donde mantuvo un contacto frecuente con George W. Bush, favorecido por la estrecha relación que los dos mandatarios tenían. Rupérez no guarda rencor a Aznar e incluso asegura que fue un gran presidente, lo mismo que trata de definir la imagen de Bush, de quien cree que “es bastante más inteligente, compasivo y humano de lo que la gente cree”.
Precisamente sus años en Estados Unidos están marcados por los atentados del 11-S, que estima que fueron “el final de la sociedad alegre y confiada” y el momento en que los norteamericanos descubrieron que no estaban a salvo.