El Ministerio suele publicar a finales de abril la relación de puestos adjudicados.
The Diplomat. 26/02/2016
La Dirección General del Servicio Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyo titular es Enrique Ruiz Molero, envió el pasado 12 de febrero una circular interna con la provisión de puestos de trabajo en el extranjero para este año 2016, el llamado ‘bombo’ dentro de la jerga diplomática.
Los plazos para presentar la solicitud de nuevo destino varían en función de la categoría de cada diplomático. Así, aquellos con categoría de embajador, ministro de primera y ministro de segunda tendrán hasta el 7 de marzo para enviar su solicitud, según el oficio al que ha tenido acceso The Diplomat. Le seguirán los ministros de tercera y consejeros (hasta el 9 de marzo), los secretarios de primera (hasta el 17 de marzo) y los secretarios de segunda y de tercera (hasta el 20 del citado mes).
El Ministerio suele publicar a finales de abril la relación de puestos adjudicados y las nuevas incorporaciones se producen durante el mes de agosto. Sin embargo, este año está siendo muy especial al no haberse resuelto la convocatoria de embajadas que se abrió el pasado mes de octubre. Estos puestos siguen sin tener destinatarios porque el departamento de José Manuel García-Margallo adujo que el Ejecutivo está en funciones para no resolver todavía la citada convocatoria.
Algunos diplomáticos han manifestado su desconcierto ante la posibilidad de que se resuelva antes el ‘bombo’ –en teoría, en abril- que los citados puestos de embajador –pospuestos sine die debido a la interinidad del Gobierno de Rajoy-. Si no hay nuevo Gobierno el próximo 3 o 5 de marzo, la consecuencia de todo ello es que algunos diplomáticos se encontrarán con el dilema de solicitar el próximo mes un puesto o esperar a que se resuelva la convocatoria de embajadores a la que han optado, algo que podría demorarse aún algunos meses.
Si, por el contrario, concursan en el «bombo» y obtienen un puesto, podría entenderse que renuncian a su solicitud para ser embajador. Mientras que si esperan a que se resuelva el concurso de embajadores y no concurren al «bombo», podrían quedarse sin la Embajada que esperan -porque no les sea adjudicada- y también sin ninguno de los otros puestos a los que podrían acceder.