El presidente del Cículo de Empresarios, Javier Vega de Seoane.
The Diplomat. 24/02/2016
Los empresarios españoles quieren evitar una nuevas elecciones generales e instan a los principales partidos políticos a que se pongan de acuerdo para formar un Gobierno estable. Esa es la idea central de una declaración conjunta difundida ayer por ocho Círculos de Empresarios de distintas zonas del país.
La declaración lleva por título: “Por un Gobierno estable. El turno de la política” y ha sido suscrita por el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, el presidente del Cercle d’Economía, Antón Costas, el presidente del Círculo de Empresarios de Galicia, Juan Güell, el del Observatorio Económico de Andalucía, Francisco Ferraro, la vicepresidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios, Agnès Noguera, el vicepresidente del Cercle d’Economía de Mallorca, Luis Quetglas, el secretario general del Círculo de Empresarios Vascos, Enrique Portocarrero, y la directora general de la Institución Futuro, Ana Yerro.
En el texto, se insta a los políticos a que «interpreten correctamente los resultados y dialoguen, negocien y pacten sin exclusiones» y se afirma que «la convocatoria de unas nuevas elecciones constituiría un fracaso incomprensible de la política».
En concreto, se señala que «el que ésta sea, ineludiblemente, una legislatura de acuerdos políticos, debe servir de estímulo para conformar un Gobierno estable capaz de sacar adelante las reformas necesarias, que deben contar con el apoyo del mayor número de partidos, estén o no en el Gobierno».
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Reclaman que se forme un Gobierno de coalición con el mayor número de apoyos posible
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Antón Costas, que actuó como portavoz, señaló que los firmantes consideran que “hay un momento bondadoso donde la ciudadanía lo que está diciendo es que quiere gobiernos de coalición y se debe leer de esa forma los resultados”. “Como estamos viendo, si esto se hace bien, implicará un ejercicio racional y pragmático», agregó.
La declaración señal también como una prioridad lograr la regeneración de la vida política, económica e institucional y señalan que «España no es un país corrupto, pero ciertamente la corrupción se ha extendido a numerosos ámbitos de la sociedad».
Finalmente, el texto apuesta por abordar grandes reformas, como la organización territorial del Estado, «de tal forma que se canalice la situación abierta en Cataluña respondiendo, asimismo, a la aspiración generalizada a un mejor funcionamiento del modelo autonómico».