Texto: Antonio Colmenar / Foto: Patricia Marcos
Este faro del cabo de las Huertas se construyó sobre los restos de una antigua torre vigía, llamada l’Alcodre, y domina toda la bahía de la playa alicantina de San Juan, así como el litoral de Campello, Villajoyosa y Benidorm. A sus pies, numerosas calas pequeñas sirven de disfrute veraniego para los turistas.
Este cabo debe su nombre a su proximidad a la llamada Huerta de Alicante, uno de los dos motores económicos de la comarca -junto al puerto pesquero-. Y desde lo alto se puede observar un horizonte de color azul: el marino del cielo, el turquesa del mar y el intenso de las montañas.
Por su parte, el faro es de planta circular y volumen cilíndrico. Se eleva sobre el suelo en el extremo más próximo al mar, independiente de las demás edificaciones, y presenta cuatro niveles formalizados en tres cuerpos: base, fuste y remate. El basamento, o nivel inferior, está constituido por un cilindro de tres metros de diámetro por donde se accede. El fuste, con dos niveles intermedios, está conformado por un cilindro de menor dimensión, que alberga la escalera, y presenta una terraza exterior anular.
Por último, la coronación, o nivel superior, la ocupa la linterna cilíndrica con cierre esférico de 1,75 metros de diámetro, que también cuenta con una terraza circular. Toda su ejecución, tanto de muros como de forjados, está hecho en hormigón armado.