Las agencias de calificación creen que España es “estable, por ahora”.
Miguel Cifuentes. 08/02/2016
La incertidumbre política no beneficia a la economía española, pero esta puede asumir el coste que supone la demora en la formación de un nuevo Gobierno, incluso durante seis meses, si se plantean unas nuevas elecciones generales. Tampoco un Gobierno en funciones es algo “catastrófico”, como ha reiterado en los últimos días el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Lo que sería “muy preocupante” es un horizonte de un año o dos de “gobiernos inestables, sin capacidad para gobernar ni adoptar medidas relevantes que den seguridad a los agentes económicos. Semejante situación podría hundir la recuperación económica, que no está consolidada”. Lo que horroriza a la comunidad de los negocios es un “horizonte político a la italiana, un país sin Gobierno permanentemente”. Es el consenso recogido por The Diplomat en grandes sectores como la banca, el inmobiliario o las telecomunicaciones. Al menos es lo que sugieren diplomáticamente medios de AEB (banca), inmobiliario (AECI) o telecomunicaciones (AMETIC).
[hr style=»single»]
Consideran que el coste es asumible a medio plazo y que un Gobierno en funciones no es un una catástrofe
[hr style=»single»]
Por su parte servicios de estudios como FUNCAS o el IEE( Instituto de Estudios Económicos), -el think tank de la patronal CEOE- señalan que “la incertidumbre política tiene un coste en términos de crecimiento del PIB, de creación de empleo y de nuevas inversiones” “Es cierto -añaden- que todo se ralentiza a la espera de un nuevo gobierno, pero jamás hasta el punto de una parálisis de la actividad económica. Un país funciona sin gobierno por inercia durante meses, e incluso en casos excepcionales durante años, como en Bélgica”.
Lo que preocupa tanto a estas patronales como a los servicios de estudios citados es que partidos populistas o radicales, “ignorantes y demagogos en materia económica y fiscal, con propuestas atrabiliarias e imposibles”, puedan “formar parte del gobierno español o pacten líneas de política económica que deshagan la consolidación fiscal de los últimos cuatro años, o tiren abajo la reforma laboral, fiscal, financiera o de la Seguridad Social”. Eso sí lo calificarían de “muy grave y catastrófico”.
[hr style=»single»]
Preocupa un Gobierno con Podemos, con pactos “demagógicos” y propuestas “disparatadas”
[hr style=»single»]
Expertos de la patronal CEOE señalan, por ejemplo, las propuestas del Podemos, hermano del partido griego SIRYZA, para que un gobierno apoyado por ellos suba “el salario mínimo y pensiones mínimas un 30% , del tirón, y se instaure una renta mínima mensual, equivalente al salario mínimo, para un millón de personas en situación de exclusión o al límite de supervivencia. Eso sería directamente cargarse el objetivo de déficit público pactado con Bruselas y hundir la estabilidad de las cuentas públicas para una legislatura”.
Las grandes agencias de calificación como Moody`s, Standard&Poor, Fitch, ya han insinuado en recientes informes que la calificación de la deuda del Reino de España es “estable, por ahora”. Pero temen nubarrones para la economía española si la incertidumbre política se prolonga en exceso en el tiempo. Las agencias contemplan un escenario preocupante en el horizonte de 6 a 12 meses, si en ese plazo sigue la incertidumbre o hay un Gobierno débil e inestable, pero todavía no han entrado a calificar muy bien la gravedad de esa incertidumbre y sus costes económicos para España. Solo una de ellas ha advertido claramente que la inestabilidad política pone en riesgo la inversión en infraestructuras en España, un capitulo muy importante de la inversión nacional, con efectos relevantes en la creación de empleo.
Algunos organismos internacionales como el FMI, la OCDE o la Comisión Europea, mantienen por ahora cifras de crecimiento del PIB para España en 2016 y 2017 que doblan la media de crecimiento de la Unión Europea y de la Zona Euro. Esto es lo relevante para las patronales AEB, AECI y AMETIC, o los servicios de estudios FUNCAS y el IEE , por el momento. En seis o doce meses ya se verá.