TI sugiere que el Gobierno dependa menos de los fondos reservados y la financiación para las misiones internacionales se calcule “con mayor exactitud”./ Foto: Ministerio de Defensa
The Diplomat. Madrid
El Índice Anticorrupción en Defensa y Seguridad elaborado por Transparencia Internacional (TI) establece que España se encuentra a nivel europeo dentro de la categoría moderada de riesgos de corrupción en el sector y las instituciones de defensa y seguridad.
Este informe evalúa los riesgos de corrupción en los ámbitos políticos, financieros, de personal, de operaciones y de adquisiciones en las Administraciones militares de los miembros de la OTAN y países socios. Los más altos riesgos de corrupción en España se detectan en el área de Operaciones.
En el área de la vigilancia legislativa, Transparencia Internacional ve como aspectos positivos el hecho de que el Congreso debata los planes generales de defensa, autorice los acuerdos militares internacionales y el despliegue de las misiones fuera de las fronteras, y que la Comisión de Defensa se reúna regularmente y discuta asuntos que luego son de acceso público en Internet.
Sin embargo, advierte que el Parlamento no juega “un papel importante” en lo referente a la directiva nacional de Defensa y que la Cámara no contribuye a su elaboración, aprobación o ratificación de la misma. Más graves son los casos de la directiva para el Plan Militar y el llamado Concepto de Estrategia ya que ninguno de los dos está disponible para su consulta.
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Existe una diferencia de un 14% de media entre la proyección de los presupuestos y su ejecución
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TI se centra, a continuación, en el hecho de que en España no se haya realizado ninguna evaluación “exhaustiva” de los riesgos de corrupción en el Ejército, por lo que ve “imprescindible” el dar formación al personal militar y altos mandos. “Con ello se garantizará un personal crítico e independiente preparado para vigilar y advertir de lo ocurrido durante las misiones, especialmente aquellas de paz y en la contratación, donde se hallan las mayores tasas de corrupción en el sistema de defensa”, se señala.
En cuanto a los presupuestos, TI aprecia “dificultades” para la Comisión de Defensa a la hora de examinar las cifras del Ministerio. “El desglose de los presupuestos no es el más adecuado. No se detallan los importantes gastos militares ni los fondos utilizados de forma extra presupuestaria. Incluso, estos son incluidos en los presupuestos de otros ministerios como Industria, Economía, Educación o Relaciones Exteriores”, se queja esta asociación.
Existe, por ejemplo, una diferencia de un 14% de media entre la proyección de los presupuestos y su ejecución, llegando a un 30% en ciertos años. TI sugiere que el Gobierno español dependa menos de los fondos reservados –excepto en casos impredecibles y de emergencia- y que la financiación para las misiones internacionales se calcule “con mayor exactitud para minimizar las disparidades entre los presupuestos y el gasto real”.