The Diplomat in Spain

El embajador Ömer Önhon, en el centro, el miércoles en el CESEDEN./ Foto: A.R.

Alberto Rubio. Madrid

La crisis de los refugiados sirios sólo tendrá solución a largo plazo si se crea una “zona segura” dentro de la propia Siria. El embajador de Turquía en España, Ömer Önhon, insistió en esa propuesta el miércoles, durante una conferencia que pronunció en el Centro de Estudios Superiores de la Defensa (CESEDEN).

La propuesta vuelve a salir en un momento en el que la Comisión Europea asegura que “está dispuesta a movilizar 1.000 millones de euros para ayudar a Turquía”. Sin embargo, no es esa la solución, vista desde Ankara. “Enviar ayuda puede paliar la situación, pero sólo temporalmente”, aseguró Önhon.

El embajador turco, que antes de llegar a España fue embajador en Siria, recordó que a su país han llegado más de dos millones de sirios huyendo del conflicto. “Tenemos más refugiados que nadie y les proveemos de todo”, señaló, “y eso nos cuesta 8.500 millones de euros al año, de los que apenas recibimos 4.700 de la comunidad internacional”.

[hr style=»single»]

En la «zona de seguridad» deberían desplegarse, inevitablemente, tropas internacionales

[hr style=»single»]

Más allá de lo que supone este coste económico para Turquía, Önhon se preguntó “¿cómo podemos parar a la gente que huye y quiere ir a Europa?”. La respuesta, según dijo, está en la propuesta que ya hizo dos años atrás el gobierno de Ankara: “Evitando que dejen su país. Hay que crear una zona de seguridad en el lado sirio de su frontera, bajo protección de la Comunidad Internacional”.

Una zona, según el embajador turco, que tendría unos 15 kilómetros de ancho por unos 180 de este a oeste y en la que, inevitablemente, deberían desplegarse tropas internacionales, incluidas turcas. Algo que provoca, cuando menos, una indisimulada desazón en muchas capitales occidentales.

No obstante, las ventajas serían evidentes, a su juicio. Se frenaría el flujo masivo de refugiados hacia Europa y se podría gestionar con garantías la concesión de asilo a quienes de verdad lo necesitasen, evitando que entre quienes llegan a la UE se “cuelen” yihadistas o meros delincuentes: “Tenemos fuentes sirias muy fiables que nos pueden decir quién es quien realmente”.

Respecto al dilema entre el DAESH y Bashar al Asad, Önhon respondió que “no se trata de una ecuación, o DAESH o Assad, porque ambos se realimentan. Luchamos contra DAESH porque son terroristas y lo que hacen es todo lo contrario al Islam, pero decir que Asad puede ser un socio en esta situación es dramático”.