The Diplomat. Madrid
La justicia británica desestimó ayer la petición de extradición a España del jefe de los servicios de inteligencia de Ruanda, Karenzi Karake, reclamado por terrorismo y crímenes contra la humanidad.
Karenzi Karake, de 54 años, está acusado del asesinato entre 1994 y 2000 de nueve españoles: seis religiosos y tres cooperantes de Médicos del Mundo. Además se le acusa de participar en el genocidio de más de cuatro millones de personas durante la guerra entre los hutus y tutsis.