Una de las reuniones del equipo de Carlos Westendorp en Bosnia.
The Diplomat. Madrid
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, estará hoy en Srebrenica en el vigésimo aniversario de la masacre que se produjo en esta localidad bosnia contra la población musulmana. No es un lugar desconocido para él, ya que de 1997 a 1999 estuvo trabajando en Bosnia como jefe de Gabinete del alto representante de la ONU en este país balcánico, el español Carlos Westendorp.
Tras acabar la carrera universitaria, Sánchez cursó varios estudios de posgrado en las universidades de Bruselas, Pamplona y la Complutense de Madrid. De ahí saltó a Nueva York, donde trabajó unos años en una consultora. Fue allí, en 1996, donde conoció al entonces embajador español en la ONU, Carlos Westendorp, tras la breve etapa de éste como ministro de Exteriores en el último Gobierno de Felipe González.
A Westendorp le ofrecieron a mediados de 1997 ser el alto representante de la ONU en Bosnia, un país sin estructuras estatales que acababa de salir de la terrible guerra balcánica con la paz de Dayton en 1995. El ex ministro aceptó y se llevó a Sánchez como jefe de Gabinete. En Bosnia pasaron dos años luchando con los representantes musulmanes, católicos y ortodoxos para que el país echase a andar.
Enviados por la ONU, crearon elementos comunes como la moneda, la bandera o la matrícula de los coches
Por ejemplo, hubo que crear una moneda común –el marco convertible– sin que hubiese signos ofensivos para unos u otros, así como una bandera –la actual de Bosnia- y una matrícula común para los vehículos que no tuviese signos distintivos de los musulmanes (la media luna), católicos (el ajedrez croata) y ortodoxos (el águila bicéfala que agrupa a los serbios).
“Pedro Sánchez demostró capacidad de trabajo, resistencia y lealtad. En aquella coyuntura de Bosnia no necesitaba que fuese conmigo un intelectual, sino un hombre de acción que preparase entrevistas, hablase con unos y con otros en varios idiomas, y se llevase bien con la gente”, rememoraba Westendorp en una reciente entrevista.
Sus caminos se separaron a mediados de 1999 tras la guerra en la vecina Kosovo, aunque ambos mantienen desde entonces una grata amistad. Sánchez recurrió a Westendorp para que le firmase una de las cartas de presentación con las que el primero avaló su entrada en la Universidad Camilo José Cela como profesor antes de convertirse en el líder del PSOE.