El presidente venezolano no abandonó un cierto tono agresivo.
The Diplomat. Madrid.
El Gobierno español ha decidido el regreso en las próximas horas a Caracas del embajador en Venezuela, Antonio Pérez-Hernández, después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, lanzara en la noche del sábado un mensaje en un cierto tono conciliador abogando por unas relaciones sobre la base del “respeto mutuo”.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de viaje a la India, hizo ayer el anuncio y agregó: “Estamos más que encantados de recoger el guante”.
Maduro se refirió a la proximidad de la Cumbre Unión Europea-América Latina, que se celebrará en junio en Bruselas, y en la que dijo que espera darse la mano con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El presidente venezolano no abandonó un cierto tono agresivo, al advertir a Rajoy : “Espero no tener que llegar con las lanzas allá, a Europa, porque vas a ser derrotado, vas a quedar aislado frente a Venezuela, frente a América Latina y el Caribe”. Sin embargo, el Gobierno español ha preferido valorar que, acto seguido, Maduro añadiera: “Aquí está mi mano, Rajoy, tómala. Con respeto todo se puede”.
«Siempre dije –afirmó García-Margallo- que en ningún momento era partidario de continuar una escalada que no beneficiaba ni a Venezuela ni a España, pero que tampoco estábamos dispuestos a tolerar afrentas serias que atentasen a nuestra dignidad nacional».
A rebajar la tensión podrían haber contribuido las gestiones de otros mandatarios latinoamericanos, como el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, y el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, con quienes el ministro español mantuvo contactos la pasada semana durante sus visitas a Madrid. De hecho, García-Margallo agradeció los esfuerzos de los “países amigos” que han contribuido a disipar malentendidos.
Si se lleva a cabo la vuelta del embajador, no habrá pasado ni una semana desde que el miércoles, día 2, el Gobierno le llamara consultas, en protesta por las acusaciones de Maduro a España de apoyar el terrorismo contra Venezuela y los insultos lanzados contra Mariano Rajoy y la declaración de Felipe González como “persona non grata” por la Asamblea Nacional, dominada por los grupos chavistas.