Wadee Al-Batti, ayer, en el Centro Internacional de Prensa./ Foto: A.R.
Alberto Rubio. Madrid
El embajador de Irak en España, Wadee Al-Batti, señaló ayer que no habría “nada malo” en que Irán formase parte de la coalición internacional contra el DAESH, durante un encuentro con periodistas en el Club Internacional de Prensa, en Madrid.
“Nosotros damos la bienvenida a todo tipo de apoyo en esta lucha”, aseguró Al-Batti, que confirmó implícitamente el asesoramiento militar que reciben sus fuerzas armadas por parte de Teherán y añadió que “Irán tiene un gran interés en el mantenimiento de la integridad territorial de Irak”.
El antiguo enemigo persa, con el que el régimen de Saddam Hussein libró 8 años de guerra, es ahora prácticamente un aliado del Gobierno de Bagdad a pesar de los recelos que aún despierta en algunas cancillerías occidentales, pendientes de que las negociaciones nucleares del Grupo 5+1 confirmen que Irán no tiene pretensión de desarrollar un programa nuclear militar.
El diplomático iraquí se preguntó “¿por qué esa sensibilidad con Irán?” y lamentó que ese freno diplomático provoque que Irak sea el «único país de la comunidad internacional que no pueda tener relaciones» con un país con el que comparten 1.200 kilómetros de frontera.
“No se necesitan tropas extranjeras contra el DAESH, es suficiente con nuestras fuerzas armadas”, dijo Al-Batti
En la conferencia de prensa, organizada por la Asociación de Periodistas y Escritores Árabes en España, Al-Batti se mostró en contra de desplegar sobre el terreno a tropas occidentales, más allá de las que cumplen funciones de entrenamiento y asesoría, como es el caso de los 300 militares españoles actualmente en Irak.
“No se necesitan tropas extranjeras para combatir al DAESH, es suficiente con nuestras fuerzas armadas”, aseguró. Y añadió que de la coalición internacional se necesita “cobertura aérea, apoyo logístico y entrenamiento”. Algo que actualmente está cumpliendo y que el embajador agradeció antes de asegurar que “todo apunta al final del DAESH y al inicio de una fase de reconstrucción del Estado”, que abrirá “grandes oportunidades en Irak”.