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Eduardo González. Madrid
La economía española afronta en 2015 un marco “relativamente favorable” gracias, entre otras cosas, a la bajada de los precios del petróleo. No obstante, este factor, que puede ayudar a estimular la demanda, a recuperar la industria y a introducir reformas energéticas en Europa, no debería desligarse de la estrategia de Arabia Saudí de mantener su cuota de mercado y de frenar la sustitución de su petróleo por otras fuentes energéticas renovables.
“Arabia Saudí puede vivir uno o dos años con precios bajos del petróleo sin sufrir grandes recortes”, declaró el investigador Federico Steinberg durante la presentación del informe España en el mundo durante 2015: perspectivas y desafíos, del Real Instituto Elcano.
Según el documento, la decisión saudí de permitir que el mercado ajuste los precios se debe a su interés por mantener “su cuota de mercado” y perjudicar a sus principales competidores, en especial a “aquellos productores cuyos costos de extracción son más altos”, como es el caso de Noruega o Venezuela. Los países del Golfo Pérsico tienen costes de extracción muy por debajo de los precios actuales y, salvo Irak e Irán, disponen de “abundantes reservas de divisas para sostener sus presupuestos durante periodos prolongados de precios bajos del crudo”, explica el informe.
Aparte, advirtió Steinberg, otro de los objetivos de la estrategia saudí es “desincentivar la inversión en energías renovables” y evitar las mejoras en eficiencia energéticas, todo dentro de su objetivo general de preservar su cuota de mercado. “Europa y España deberían actuar en consecuencia, invirtiendo parte de los dividendos económicos de la caída de precios en su modelo de transición energética” y en favor de fuentes renovables “autóctonas, que producen a un coste marginal cero”, indica el informe del Instituto Elcano.
El Instituto Elcano elogia a España por “postularse como parte de la solución energética de Europa”
El informe insta también a la UE a fijar en 2015 las bases de un mercado energético único y una política energética común y destaca que la capacidad para “erosionar” el poder de Rusia en el mercado energético europeo, en el contexto de la crisis de Ucrania, “ha actuado como catalizador de los importantes progresos realizados durante 2014”.
En este sentido, afirma, “España supo aprovechar la oportunidad de postularse como parte de la solución a los problemas energéticos de Europa”, siempre y cuando “existiesen las interconexiones para ello”. “Sin interconexiones no puede haber competitividad” porque sin ellas no puede “ejercerse la solidaridad con algunos Estados miembros”, advierte el documento.