Imagen de la candidatura al Consejo de Seguridad./ Foto: MAEC
Eduardo González. Madrid
A pesar de figurar entre los compromisos de la Ley de Acción Exterior y de la entrada en el Consejo de Seguridad de la ONU, España mantiene en 2015 el mismo bajo perfil en materia de cooperación y de ayuda humanitaria que ha prevalecido desde el comienzo de la crisis económica, según revela el informe España en el mundo durante 2015: perspectivas y desafíos, del Real Instituto Elcano (RIE).
Los Presupuestos Generales del Estado para 2015 prevén una ayuda oficial al desarrollo (AOD) de entorno los 1.800 millones de euros, equivalentes al 0,17 por ciento del Producto Interior Bruto. Entre 2008, la AOD experimentó unos recortes de un 70 por ciento, un dato que pasó desapercibido para una opinión pública castigada por “una reducción en partidas de gasto social interno, como la salud y la educación”, pero causó “fuertes críticas por parte de las organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo”, según el estudio.
Estos recortes chocan, por una parte, con el papel destacado que la Ley de Acción Exterior otorga a la cooperación internacional para el desarrollo “en el conjunto de la proyección exterior de España”, indica el Elcano, que explica este desajuste por el hecho de que “las herramientas para la consecución de estos objetivos” están más orientadas a otros fines, como “la promoción de los intereses económicos de España en el exterior”.
Asimismo, este bajo perfil de la cooperación choca con la importancia otorgada a la lucha contra la pobreza y por el desarrollo humano “en la campaña de España para ocupar un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad”.
La ayuda al desarrollo se ha reducido un 70% desde 2008 y la ayuda humanitaria un 80%
En cuanto a la ayuda humanitaria, aunque España reaccionó a la crisis del ébola en otoño de 2014 (cuando se produjo el primer caso en nuestro país) con la aprobación de una partida extraordinaria de siete millones de euros, el presupuesto de ayuda humanitaria para 2015 (18 millones) “no se recupera de unos recortes acumulados del 80 por ciento y se mantiene en el nivel de una ONG mediana”, según el Instituto Elcano.
“En conjunto, nada hace prever un liderazgo o un papel más activo de España en la crisis del ébola en particular o en las crisis humanitarias en general, a pesar de las implicaciones que puedan tener para la seguridad global”, concluye el think tank.