José Manuel García-Margallo./ Foto: La Razón.
The Diplomat. Madrid
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, viajará a Kiev el próximo lunes, en pleno agravamiento del conflicto bélico en el Este de Ucrania, y varios días después de que lo hayan hecho el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel.
García-Margallo, que se desplazará a la capital ucraniana desde Bruselas, tras asistir al Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, quiere conocer de primera mano la situación en el país, entre otras razones porque España forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU, donde la cuestión de Ucrania puede ser uno de los temas centrales en los primeros meses de este año.
El ministro se reunirá el martes, día 10, con las principales autoridades del país, en un momento en que se han recrudecido los enfrentamientos en la región de Donetsk tras una nueva ofensiva de los separatistas prorrusos. España quiere que se cumplan los acuerdos de Minsk como vía para poner fin a los enfrentamientos que comenzaron en abril del pasado año y que han causado ya más de 5.300 muertes.
Ayer llegó a Kiev John Kerry, cuyo país se plantea si poner en marcha la entrega al Gobierno de Ucrania de más de 300 millones de euros en armas para hacer frente a los rebeldes del este del país. Por su parte, Hollande y Merkel presentaron al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, una nueva iniciativa de Paz que hoy harán llegar al primer ministro ruso, Vladimir Putin.
El ministro de Exteriores irá acompañado de una quincena de empresarios españoles
La visita de García-Margallo tiene, no obstante, un importante contenido económico, ya que irá acompañado de representantes de una quincena de empresas españolas interesadas en las posibilidades de hacer negocios allí. La presencia empresarial española en Ucrania es muy pequeña y podría crecer si se concreta la llegada de fondos de la Unión Europea a ese país en paralelo a las sanciones adoptadas contra Rusia.
Los analistas consideran que una inyección económica a Ucrania contribuiría a estabilizar su economía que se encuentra en un momento crítico y, de manera indirecta, representaría un claro estímulo para la economía europea, al impulsar las exportaciones y la inversión en ese país. Las oportunidades para las empresas españolas podrían estar en sectores como el gas, la energía, el reciclaje de residuos sólidos, las infraestructuras o el turismo, entre otros.