The Diplomat. Madrid
El portal de la transparencia acaba de publicar un informe de 35 páginas con las retribuciones brutas de los 151 asesores que tuvo el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y 2013. De su lectura destaca que varios de los asesores del Ministerio de Asuntos Exteriores son los peor remunerados de la Administración General del Estado.
En esta situación se encuentran Inmaculada Pardo y Juan José Jiménez –dos de los cinco asesores del ministro José Manuel García-Margallo-, quienes ganaron en 2013 un total de 41.985 y 42.165 euros, respectivamente. Ambas cifras suponen las más bajas de este colectivo dentro del Gobierno. Otro de los asesores que hay en la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Francisco Quesada, es el cuarto peor pagado de la Administración con 45.573 euros brutos, ya que hay una trabajadora eventual en el Ministerio de Educación –Ana Collado- que ganó un poco menos que él -45.566 euros-.
El asesor mejor remunerado en Exteriores es Rafael Luengo –del equipo de Margallo- con 58.802 euros, pero su sueldo es inferior a la mayoría de asesores del Gobierno, cuyas retribuciones oscilan entre los 60.000 y 70.000 euros. Encabezan el ranking los dos asesores de la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos –dependiente del Ministerio de Hacienda- con pagas por encima de los 86.000 euros brutos anuales.
Uno de los primeros reales decretos del Gobierno de Rajoy (el 1887/2011, de 30 de diciembre) fijó el número de asesores que pueden tener los miembros del Gobierno. A excepción de la vicepresidenta (que tiene 9 asesores), cada ministro puede tener un máximo de 5 asesores y cada secretario de Estado, un máximo de 3.
Margallo tiene completo este cupo, así como el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo. Por su parte, el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, cuenta con dos asesores, mientras que la Secretaría de Estado de Exteriores –en su día dirigida por Gonzalo de Benito y ahora por Ignacio Ybáñez- no cuenta con ninguno.