Susana Sánchez Medranda
Analista de Política Internacional
PEGIDA, siglas de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Patriotische Europäer gegen die Islamisierung des Abendlandes), comenzó su andadura en octubre pasado en Dresde, capital del Estado Federado de Sajonia. Fue la primera manifestación grupal que siguió a una serie de sucesos más o menos violentos de protesta contra la instalación de campos para los refugiados que llegan huyendo de la barbarie asentada en parte de Oriente Próximo, pero la islamización no se presenta como el principal problema para sus seguidores.
Es un grupo formado por indignados cansados del sistema político-social al que la crisis ha derivado. No se trata de un grupo de marginados socialmente a los que el sistema ha olvidado. Son personas de diferente poder adquisitivo en algunos casos bastante desahogado. Analizando el perfil del integrante de PEGIDA, es interesante un estudio que, al respecto, ha elaborado la Universidad Técnica de Dresde mediante una encuesta realizada a los miembros de PEGIDA. Según el investigador de dicha universidad, Hans Vorländer, en las manifestaciones realizadas entre diciembre del año pasado y el presente mes, el perfil medio de un integrante de PEGIDA es de un hombre de 48 años, con un nivel de estudios medio o superior, sin creencias religiosas, sin afiliación a ningún partido político, empleado y con una renta superior a la media en términos de la renta de Sajonia.
La gran novedad que pudiera tener que ver con el fenómeno PEGIDA fue la aparición de un nuevo partido, Alternativa para Alemania (AfD). Se trata de un partido conservador, nacionalista, liberal y euroescéptico, integrado, por antiguos miembros de la CDU y del FDP, que rechazó el rescate a los países europeos y que propone la vuelta del marco alemán. Podría postularse como un partido que tendría algo que decir en el caso de que no hubiera mayoría absoluta como es la característica del sistema alemán cuando se celebran elecciones al Bundestag.
En las elecciones al Parlamento Europeo consiguieron en todos los Länder más del 5% de los votos y obtuvieron 7 escaños del total de los 96 que corresponde a Alemania, siendo el total de los votos recibidos más de dos millones, lo que supuso el 7,1% de los totales de forma que en Europa milita bajo el nombre de Conservadores y Reformista Europeos. Otra cosa será lo que pase con PEGIDA porque hay parte de los votantes de AfD que pertenecen a zonas con renta alta y tradicionalmente conservadoras como Baviera, Baden-Württemberg y Hesse y parecen no identificarse con este movimiento.
«Es un error identificar a este movimiento social con los neonazis»
Por otra parte, habrá alguien que pueda pensar que PEGIDA sea un movimiento ligado, de algún modo, al neonazismo representado por el Partido NPD (Nationaldemokratische Partei Deutschlands). Es un error identificar a PEGIDA con este partido pues lo que está haciendo el NPD es tratar de hacer el discurso de PEGIDA el suyo propio y de instrumentalizarlo pero sin éxito. El NPD representa un 1% en toda Alemania aunque el dato aumenta en Sajonia hasta el 4,9% que es la mitad de lo que representa AfD.
A pesar de lo que pueda parecer, el movimiento no es lo suficiente grande como para que la estructura política-económica-social de Alemania cambie significativamente. Cada vez que PEGIDA sale a la calle, surgen contramanifestaciones que mueven a un número de personas mucho mayor. Pero nada hace indicar que ese movimiento, ya sea bajo la forma heterogénea de PEGIDA o bajo su identificación con AfD, vaya a desaparecer. Al contrario, parece crecer y su viabilidad dependerá de si los ciudadanos recuperan o no la satisfacción perdida.
Este artículo es un resumen del documentado estudio de la autora para la Fundación Ciudadanía y Valores bajo el título «PEGIDA, nuevo movimiento social en Europa»