Foto: Ministerio de Defensa
The Diplomat. Madrid
Nuevo retraso en el despliegue de los 300 militares españoles que se desplazarán a Irak para adiestrar a las Fuerzas Armadas iraquíes en su lucha contra el Estado Islámico. La autorización del Congreso de los Diputados para dicha misión se produjo a finales de octubre, pero desde entonces se han encadenado varios contratiempos que han dilatado el inicio de la misma.
Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron ayer a The Diplomat que la avanzadilla del contingente saldrá hacia el país árabe la última semana de enero. Los militares españoles llevarán consigo unos pasaportes de servicio que les equipara en inmunidad al de los diplomáticos y una portavoz del Ministerio de Exteriores dejó claro que no habrá retrasos a la hora de expedir los citados documentos.
Así las cosas, el aplazamiento se debe esencialmente a los permisos de sobrevuelo para llegar a Bagdad, aunque el primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi denunció el pasado domingo la “lentitud” de la coalición internacional liderada por Estados Unidos a la hora de enviar a los instructores militares.
Los militares llevarán pasaportes de servicio equiparables a la inmunidad diplomática
Los primeros efectivos españoles saldrán del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, con base en Alicante. La misión tiene una duración prevista de seis meses prorrogables y un coste aproximado de 35 millones de euros.
El contingente español se dividirá en tres partes: un centenar de militares estarán en Bagdad ofreciendo adiestramiento en operaciones especiales, otros 200 se alojarán en la base de Besmaya para dar instrucción a varias unidades iraquíes, mientras que una veintena de oficiales quedarán repartidos en los distintos cuarteles generales de la coalición internacional (Bagdad y Ciudad de Kuwait).