The Diplomat in Spain

Mezghani y Haneche junto al director de Casa Árabe, López Busquets (centro)./ Foto: TD.

Eduardo González. Madrid

«El terrorismo es un virus mutante que va pasando de unos cuerpos a otros, pero hace falta voluntad política para erradicar ese virus». Con esta metáfora tan contundente se refirió el pasado jueves el embajador de Túnez en España, Mohamed Mezghani, a la necesidad de la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo en la región del Sahel.

«La comunidad internacional tiene un papel importante en la lucha contra el terrorismo, un papel que se debe reforzar pero adaptado a la realidad de los países», explicó el embajador tunecino en el curso de las jornadas sobre La seguridad Sahel-Mediterráneo, organizadas por el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado (IUGM), ADALADE y el Grupo Atenea y celebradas en la sede del IUGM de Madrid.

A juicio de Mezghani, dos ejemplos muy claros de la capacidad del terrorismo para «adaptarse a los cuerpos enfermos» son Libia y Malí. En el caso de Libia, afirmó, la solución debe pasar por el desarrollo de un proceso negociador «en el que se no se excluya a ninguna parte que rechace la violencia, sean cuales sean sus referencias étnicas, políticas y religiosas».

Por su parte, el embajador de Argelia, Mohamed Haneche, declaró en el mismo acto que su país fue «el único que advirtió a la comunidad internacional de que la intervención armada en Libia iba a ser un desastre, pero no le escucharon, como siempre».

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Los embajadores de ambos países piden un proceso negociador en Libia que no excluya a «nadie»

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En el mismo sentido que el embajador tunecino, Haneche afirmó que la solución a la crisis libia precisa de «un diálogo que no excluya a nadie», ya que, «con los islamistas, el problema es que hay que hablar con ellos para que se conviertan de islamistas armados a islamistas políticos». Por ello, elogió el trabajo del mediador de Naciones Unidas para Libia, el español Bernardino León, quien, «con mucha valentía, está intentando reunir los restos de la quiebra total del país para iniciar un diálogo inclusivo».

«Es importantísimo que la comunidad internacional acompañe de forma decisiva el proceso político en el Sahel, en Malí para reforzarlo y en Libia para que llegue la paz», prosiguió. Este apoyo internacional debe ir acompañado «de un proceso de desarrollo económico en todos los países del Sahel», añadió el embajador argelino.