La reforma bancaria y la reforma laboral dan resultado antes de lo esperado.
Miguel Cifuentes. Madrid
Los analistas de coyuntura están sorprendidos con la recuperación de la economía española. “En dos años hemos pasado de estar al borde del rescate a crecer liderando la Eurozona y el pulso de fondo es más fuerte de lo que nadie esperaba”, dicen a The Diplomat fuentes del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el servicio de estudios próximo a la patronal CEOE.
Empiezan a hablar de un crecimiento “con un suelo mínimo de un 2,5%, si los factores positivos de fondo se mantienen en 2015. La bajada de precio del petróleo y la devaluación del euro, más las medidas que tome el Banco Central Europeo (BCE) y el Plan Juncker de inversión pública, para apoyar a la Eurozona, son un impulso adicional al crecimiento ya en marcha, algo espectacular” según confirman los economistas del IEE.
La única sombra terrible es que seguirá el paro en cifras altísimas, aunque ya se crea empleo. El paro podría bajar al 20% de la población activa a finales de 2015, desde el 23,5% actual, algo que ningún experto aventura salvo, José Luis Feito, presidente del IEE, que compromete su palabra en esa previsión. “España repite su historia, crecemos más que nadie en expansión y caemos duramente en las crisis con enorme destrucción de empleo. Nuestra recuperación es espectacular. El drama es recuperar el empleo, llevará muchos años”. La reforma bancaria y la reforma laboral dan resultado antes de lo esperado, la demanda y el consumo repuntan.
Funcas, IEE, Santander y BBVA, hablan de que ya de “clara aceleración de la expansión”
El optimismo se extiende, en febrero varios servicios de estudios (Banco Santander y BBVA) confirmarán un crecimiento de más de un 2% y una velocidad de crucero cara al 2016. El Santander estimaba en su último informe un 2,1% con potencial alza. Los dos grandes bancos subirán dos o tres décimas su previsión. Se habla ya de crecimiento del 2,7 al 3% para 2016. Son cifras de la expansión anterior a la crisis, cuando España crecía al 4% y alcanzó superávit en las cuentas públicas.
El ministro de Economía, Luis de Guindos confirma que la recuperación es consistente, hemos ganado competitividad, la rebaja de costes financieros de la deuda es un balón de oxígeno a las finanzas públicas y la devaluación del euro y la caída del petróleo aportará, solo estos dos factores, un 1% de crecimiento al PIB. España se encamina a un crecimiento sostenido, liderando el crecimiento europeo. Lo sorprendente es que la Comisión Europea sigue dando a España menos credibilidad, un crecimiento del PIB de solo el 1,7% el año 2015, con un paro del 23,5 % (el segundo más alto de Europa) una deuda pública del 101,2 del PIB y una inflación de sólo 0,5%, la mitad de la media europea.
Hay muchos datos positivos, crece el consumo y la inversión, crece empleo (1.000 empleos diarios ) aunque es empleo precario, se mantienen las exportaciones y el fuerte tirón del turismo. Otra clave: 2015 es año electoral, las administraciones públicas aumentarán el gasto e inversión todo lo que les permita la recuperación. Y un dato muy positivo: toca suelo la caída del precio de la vivienda, vuelven las hipotecas, vuelve la demanda (crecieron las ventas de viviendas un 18% hasta septiembre), eso no ocurría hace seis años. El sector de construcción ha salido de la crisis tras seis años terribles.
El IEE y Funcas (servicio de estudios de las cajas de ahorro) compiten en optimismo. El IEE pronostica el 2,5% de crecimiento del PIB por los sólidos fundamentos económicos, mientras Funcas aventura un 2,4% y en unos meses revisará al alza su previsión. Sin embargo hay expertos como el catedrático Cuadrado Roura, de la Universidad de Alcalá, que señalan sombras: la desindustrialización de nuestra economía, el pequeño tamaño de mayoría de las empresas; falta acabar el saneamiento bancario, y sobre todo el drama de recuperar a dos millones de parados sin formación, eso llevará diez años al menos.