Foto: A. Rubio.
Gabriel Nadaf / Líder ortodoxo griego en Yafia
Alberto Rubio. Madrid
Su aspecto afable no responde a la polémica que ha generado, dentro y fuera de Israel, por animar a los cristianos a ingresar en el Ejército (IDF), y por la que su familia ha sido amenazada y agredido uno de sus hijos. El padre Gabriel Nadaf habla pausadamente, en arameo, durante la entrevista que mantenemos en un hotel de Madrid, una etapa más en su gira por varios países.
Por aclarar las cosas, ¿cuál es su situación ahora dentro de la Iglesia Ortodoxa?
Soy el líder de la comunidad griega ortodoxa en Yafia, cerca de Nazaret. No quiero hablar mucho de ello, pero Abu Mazen llamó al Patriarca por teléfono y le presionó para que me cesase.
¿Y qué paso?
El patriarca sintió una gran presión. Tuve una conversación con él y le dije que no iba a salir de la Iglesia porque no voy contra la ley. Sólo llamo a las cristianos en Israel a que cuiden de su país porque vivimos en un peligro verdadero. Oriente Medio está en llamas: sangre, matanzas y cristianos que mueren precisamente donde nació el cristianismo.
¿Por eso llama a los cristianos a entrar en el Ejército israelí?
Viven en una democracia, tienen libertad, trabajo, libertad de culto. Pero el ISIS y la Yihad Islámica están muy cerca. En este país, no solo los judíos deben cuidar de las fronteras. Los cristianos también. Les llamo al Ejército, no para matar, sino para proteger a las personas.
Cuando las fuerzas israelíes interviene en Gaza, allí también hay cristianos.
Ocurre lo mismo con los cristianos en los ejércitos árabes. Si ahora hubiera una guerra, ¿no lucharían los cristianos por su país aunque hubiera cristianos enfrente? Nosotros pertenecemos a Israel y si en Gaza alguien quiere hacernos daño, no podemos permitirlo.
¿Sería posible integrar también a musulmanes?
El destino de judíos y cristianos es común y es distinto del de los musulmanes, que tienen una ideología diferente. Nosotros estamos bien integrados en Israel pero los musulmanes no quieren integrarse con los judíos.
¿Es sólo un problema de religión? Se lo digo porque el 80% de los cristianos en Israel son árabes.
Eso no es exacto. Hace muchos años, los cristianos vivían por debajo de los árabes en Israel. Por eso aprendieron la lengua árabe y se olvidaron del arameo. Se vincularon mucho con un conflicto que no es suyo. Hay musulmanes que trabajan para el gobierno en todo el país, pero ellos no creen que deba ser un país judío sino un país islámico, con Jerusalén como capital.
Choca que su origen sea árabe.
No soy árabe. Soy arameo. Nosotros logramos probar que las raíces de los cristianos locales son arameas, como Jesucristo. Él hablaba arameo en una familia judía. Los árabes vinieron hace 1.400 años, conquistaron el país y expulsaron a los judíos. Y a los cristianos les hicieron pagar y abolieron su lengua.
¿Es consciente de que su postura se acerca mucho a la de la derecha israelí?
¿Puedo preguntarle qué es la izquierda? Yo no quiero entrar en la política. Yo busco las claves que me ayuden a mantener mi identidad. Y puedo recibirlas tanto del Likud como de los Laboristas. Si no me las dan, el problema es suyo.
¿Cómo se puede lograr la paz en Palestina?
Todo empieza en la educación. Para que esto cambie hay que hablar de perdón en vez de educar en el odio. Hay que educar en la construcción común del futuro. El pueblo palestino existe y queremos que viva en paz. Pero hay que tener seguridad para que venga la paz. En vez de dar dinero a Hamás, que es una organización terrorista, para construir túneles, hay que construir escuelas. Ellos no invierten dinero en educación.
No hace mucho los cristianos vivían en paz en países como Irak o Siria.
Siempre han sido perseguidos los cristianos y han vivido con miedo, aunque tuvieran más seguridad simbólica. Ahora el islamismo extremista está fuerte y nos enfrentamos a una guerra de religión.
¿Y no sería bueno un diálogo entre las autoridades religiosas para evitar esa guerra?
Espero que sea posible, aunque no quiero ser demasiado optimista. Es bueno que haya un diálogo entre los pueblos.