Un presunto yihadista detenido por la Guardia Civil en Melilla./ Imagen: A3.
Eduardo González. Madrid
Alrededor del 53 por ciento de los yihadistas que operan en España han sido adiestrados en nuestro país, según se desprende de un estudio del Real Instituto Elcano, que también ha constatado que la inmensa mayoría están relacionados con células organizadas y que los «lobos solitarios» suponen una minoría «estadísticamente irrelevante» de los casos.
El documento, presentado este lunes 17 de noviembre en la sede de la Casa Árabe de Madrid, se basa en los datos relativos a 90 individuos adheridos a actitudes y creencias yihadistas y que entre 1996 y 2013 fueron condenados (83), murieron en actos de terrorismo suicida (seis) o se vieron en ambas situaciones (como es el caso de uno de los implicados en el 11-M de Madrid, condenado en 1997 y muerto en 2004 en el atentado suicida en Leganés).
Los casos analizados (todos ellos varones y sólo un trece por ciento de nacionalidad española) revelan que «una inmensa mayorìa» (96,7 por ciento) llegaron al yihadismo a través de células relacionadas con Al Qaeda, el GIA argelino y otros grupos islamistas, según explicó el investigador principal de Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano, Fernando Reinares, durante la presentación del estudio.
Por tanto, «los mal llamados lobos solitarios son, estadísticamente, irrelevantes», explicó. «La evidencia empírica sobre España refuta la tesis ampliamente extendida de un yihadismo global amorfo, horizontal, desestructurado y sin liderazgo», añadió.
Asimismo, el estudio muestra que una tercera parte de los yihadistas analizados habían recibido alguna forma de entrenamiento o de adiestramiento, un 52,9 por ciento dentro de España y el 46,1 por ciento en campamentos de organizaciones terroristas en el exterior, según explicó la coautora del informe, la investigadora Carola García-Calvo.
Los «lobos solitarios» suponen una ínfima minoría de los casos registrados en España
En el primer periodo considerado (1995-2003), un alto porcentaje del adiestramiento se recibía en el exterior, en especial en Bosnia y Argelia (con la excepción de la célula del GIA desmantelada en Valencia en 1996), mientras que en el segundo periodo (2004-2012) se aprecia un aumento del adiestramiento en España, como es el caso de los implicados en el 11-M que habían recibido formación terrorista en Morata de Tajuña. No obstante, según Reinares, es posible que el actual conflicto abierto por el Estado Islámico en Siria e Irak suponga un «quebranto» en esa tendencia y produzca «un nuevo ciclo de traslados fuera del país».
El 89’3 por ciento de los 83 yihadistas condenados lo fueron por pertenencia o colaboración con organización terrorista. Mientras que entre 2000 y 2012 sólo fue condenado uno de cada cinco acusados, la nueva tipificación de delitos relacionados con el terrorismo de diciembre de 2010 ha permitido un incremento de las condenas, según Reinares, quien lamentó el retraso de unas reformas penales que, a su juicio, podrían haber complicado el 11-M.