The Diplomat in Spain

Foto: Cuenta de Facebook de Podemos

Eduardo González. Madrid

Las propuestas en política exterior de Podemos, la fuerza política emergente en el panorama político español, incluyen medidas como la celebración de un referéndum vinculante para la salida de España de la OTAN, la derogación del Tratado de Lisboa, la renuncia al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la UE, el reconocimiento del Estado palestino y el rechazo de «las intervenciones militares en la resolución de conflictos internacionales».

En el actual proceso de reorganización que vive Podemos, los asuntos de política exterior no figuran entre sus principales temas de debate, según ha reconocido uno de sus portavoces a The Diplomat in Spain, y como se puede comprobar en las resoluciones y documentos de trabajo tratados y votados en la preparación de la Asamblea Ciudadana actualmente en curso. De momento, de un total de casi cien resoluciones sometidas a voto, sólo figuran cinco dedicadas a asuntos internacionales (dos sobre Sáhara, dos sobre Palestina y una sobre México), todas ellas situadas en la parte inferior de la lista en cuanto al número de votos.

Tomando como referencia el programa presentado por la formación en las pasadas elecciones europeas, Podemos aboga por el «apoyo a la autodeterminación del Sáhara Occidental» y por el reconocimiento del Estado Palestino, con la «exigencia de la devolución íntegra de los territorios ocupados por Israel». En todo caso, la resolución presentada por el Círculo de Cooperación Internacional para que Podemos se adhiera a la campaña internacional de boicot a Israel sólo ha recibido, hasta la fecha, el 0,92 por ciento de los votos correspondientes a la Asamblea Ciudadana, según se aprecia en la página web de la organización.

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La formación de Pablo Iglesias sólo aborda asuntos internacionales en cinco de sus cien resoluciones 

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Podemos defiende también una «reconducción de la política internacional de la Unión Europea en un sentido favorable a la integración y cooperación entre los pueblos, a favor de la paz y en contra de la guerra», así como el «acercamiento al Mediterráneo y a Latinoamérica como regiones clave para un desarrollo armónico, autónomo y soberano». Esa «reconducción», afirma, debería incluir una política comercial de la UE que favorezca el desarrollo de los países del Tercer Mundo y emergentes, que prime las relaciones comerciales con países democráticos y respetuosos de los derechos humanos y que conduzca a una «reducción del gasto efectivo» en materia militar.

La formación insta también a «promover el aislamiento activo», incluida la «imposibilidad de participar en proyectos comunes subvencionados», a las entidades e instituciones de países «con gobiernos o parlamentos que no defiendan los derechos humanos», así como a impulsar «la creación de una comisión internacional de desarme con objetivos anuales».

El partido liderado por Pablo Iglesias propone también la celebración de un «referéndum vinculante sobre la salida de España de la OTAN» y rechaza «las intervenciones militares en la resolución de conflictos internacionales». Asimismo, Podemos pide la derogación del Tratado de Lisboa «con el fin de que los servicios públicos no estén sometidos al principio de competencia ni puedan ser mercantilizados, del mismo modo que todos aquellos que han construido la Europa neoliberal y antidemocrática», y la «apertura de un proceso que camine hacia una refundación de las instituciones de la UE a través de una asamblea constituyente».

La formación propone también «el abandono del proceso de suscripción del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea» y la apertura de un proceso de revisión sustancial de los Tratados de Libre Comercio con América Latina, así como la creación de mecanismos de control democrático y parlamentario sobre el Banco Central Europeo y la «supeditación del mismo a las autoridades políticas».

El pasado 10 de octubre fue presentado públicamente el Círculo de Cooperación Internacional de Podemos, que es, de momento, la instancia de la formación más implicada en cuestiones de política exterior. Entre sus objetivos declarados figuran «la coherencia de políticas, la democratización y la defensa de los derechos humanos en cualquier lugar en el que se vulneren», así como «la necesidad de cambiar las políticas de cooperación hacia modelos horizontales que primen la solidaridad, los derechos humanos, el empoderamiento de mujeres, la transparencia, la sostenibilidad ambiental, la democracia participativa y el diálogo intercultural de igual a igual entre los pueblos”.

Tras la reciente aprobación de la entrada de España en el Consejo de Seguridad, el Círculo de Cooperación Internacional declaró que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se había dedicado «a recorrer los foros internacionales en Nueva York para vender el compromiso español con la paz y la cooperación al desarrollo» a pesar de «su inoperancia y complicidad para con el bombardeo de Israel en Gaza», de los recortes presupuestarios en cooperación internacional, que ha dejado en manos de «las empresas privadas», y de su falta de interés por «los focos africanos del ébola».