Sede del Consejo de Seguridad/Foto: Patrick Gruban
Eduardo González. Madrid
La reciente elección de España para formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio 2015-2016 fue posible, en parte, por el voto favorable de todos los países europeos «menos uno», concretamente Suecia, según el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien ha propuesto que los Estados de la UE se apoyen mutuamente en este tipo de votaciones.
El pasado 17 de octubre, España obtuvo el escaño en la tercera votación, con el apoyo de 132 de los 193 Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, frente a los 60 de su rival del Grupo Europa Occidental y Otros Países, Turquía. Para España, ésta será su quinta presencia en el Consejo de Seguridad, después de los bienios 1969-1970, 1981-1982, 1993-1994 y 2003-2004, siempre con unos intervalos de entre diez y doce años entre uno y otro periodo.
Según afirmó Margallo en una reciente comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Senado, el Gobierno español es partidario del «principio de la preferencia comunitaria» en función del cual los países europeos deberían apoyar las candidaturas de los otros países europeos en este tipo de situaciones. En la votación sobre el Consejo de Seguridad, «nos apoyaron todos menos uno», añadió, en referencia expresa a Suecia.
«Todos los países de la UE, menos uno», apoyaron la entrada de España en el Consejo de Seguridad
El Gobierno de Estocolmo se había sentido muy molesto después de que España hubiera prometido su apoyo a las candidaturas de Italia y Países Bajos para entrar en el Consejo de Seguridad en el bienio 2017-2018, en perjuicio de la candidatura sueca. Al respecto, Margallo aclaró en la Cámara Alta que, dado que hay tres candidatos de la UE, necesariamente «habrá que dejar fuera a alguno».
Aunque el voto es secreto, el Ministerio de Asuntos Exteriores está completamente convencido de haber recibido el voto favorable de Reino Unido, a pesar de las dudas que planeaban a causa del contencioso de Gibraltar y después de que un grupo de parlamentarios británicos pidiera el voto negativo a España precisamente por ese motivo. Además, también podía influir el veto de Madrid a la entrada de Londres en el sistema policial y judicial europeo.
El ministro también defendió la celebración de reuniones periódicas entre los cuatro países de la UE que formarán parte del Consejo de Seguridad a partir de 2015 (Reino Unido y Francia como miembros permanentes y Lituania y España como miembros no permanentes), a fin de que la Unión tenga una postura «más armónica y más uniforme» en las decisiones internacionales, «cosa que no es el caso».