The Diplomat. Madrid
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que ha viajado a Nueva York para dar el último y definitivo impulso a la candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU, ha encontrado un excelente instrumento para sus propósitos en la celebración de la Fiesta Nacional del 12 de octubre. Con un día de retraso, la recepción con motivo de la Festividad tendrá lugar hoy, lunes, en la residencia del representante permanente de España ante naciones Unidas, Román Oyarzún.
Al festejo han sido invitados los embajadores de los otros 192 países que forman parte de la Asamblea General de la ONU, en la que el día 16 tendrá lugar la votación de los nuevos miembros no permanentes del Consejo para el bienio 2015-2016. España compite con Nueva Zelanda y Turquía para dos puestos y hasta esa fecha, el ministro y su equipo tratarán de confirmar los compromisos obtenidos y atraer a los países aún reticentes.
El principal argumento será la trayectoria y el compromiso español con Naciones Unidas a lo largo de muchos años, pero a los indecisos quizás les ayude a tomar una decisión saborear el vino elegido para la recepción: un Matarromera, de la denominación de origen Ribera de Duero, del que los embajadores recibirán una botella como detalle.