The Diplomat in Spain

Los asistentes a la mesa redonda/Foto: Casa Árabe

Eduardo González. Madrid

La expansión del Ejército Islámico (EI) por Siria e Irak supone una «amenaza directa» para España, pero de momento no parece que el grupo terrorista yihadista tenga capacidad suficiente para atentar en nuestro país, aunque sí podría tenerla «a medio plazo», según han concluido los expertos en antiterrorismo de los Ministerios de Defensa e Interior, reunidos este miércoles en Madrid.

«Creemos que el Estado Islámico no tiene capacidad para atentar en nuestro país, pero a medio plazo sí podría tenerla», declaró Juan Carlos Marín, director del área de Terrorismo Internacional del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), un organismo dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior creado a raíz de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

En todo caso, el Estado Islámico es una amenaza que «se debe valorar en su justa medida» por su capacidad para extenderse por el Magreb, especialmente gracias a la absorción de militantes desertores de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), añadió en el curso de la mesa redonda Movilización yihadista en Siria e Irak: desafíos para España, celebrado en la sede de la Casa Árabe de Madrid.

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Un responsable de la lucha antiterrorista no descarta que los yihadistas puedan actuar a medio plazo 

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Otro problema añadido, según Marín, es el de los llamados «retornados», los extranjeros que combaten en las filas del EI en Siria y regresan a sus países, en los que representan una amenaza por su «influencia radicalizadora» y por su «capacidad terrorista para cometer ellos mismos atentados».

En la actualidad se estima que hay al menos 12.000 extranjeros en las filas del EI en Siria e Irak, un diez por ciento de los cuales («tirando por lo bajo») son de origen occidental, prosiguió. El CNCA calcula que ha habido al menos 60 españoles en la zona, «la mayoría de origen magrebí». «Algunos han muerto en atentados suicidas o combates, pero podría haber 30 o 35 actualmente», añadió.

Por su parte, el general Miguel Ángel Ballesteros, director general del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa, advirtió de que el Estado Islámico supone una «amenaza directa para España» por la posibilidad de que se expanda por el Magreb y el Sahel e informó, como ejemplo, de que  «se calcula que desde Túnez han salido 3.000 combatientes extranjeros hacia Siria, de los cuales mil podrían haber regresado». «Los tenemos a la puerta de casa», alertó.

«Ya no es una guerra asimétrica», como la que se hacía contra Al Qaeda, ya que «ya no es golpear y esconderse, hay una ocupación del terreno», explicó. Ese control del territorio les permite aprovechar mejor los recursos financieros, humanos y petroleros a través de una estrategia de «terror hacia dentro» contra los propios musulmanes que, a su juicio, ha sido la causa principal de «la ruptura» entre el Estado Islámico y Al Qaeda.

Fernando Reinares, investigador principal sobre Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano, explicó que el auge de EI «no ha producido redes islamistas en España, pero sí ha reactivado viejas redes islamistas que fueron desmanteladas en su momento, pero no completamente».

Asimismo, precisó que en los últimos dos años ha cambiado el perfil de los elementos españoles relacionados con el yihadismo. «Entre 1996 y 2012 sólo el cinco por ciento de los condenados por delitos de yihadismo habían nacido en España, pero ahora la mitad de los detenidos han nacido en España», añadió. Este hecho es particularmente claro en Ceuta y Melilla, donde se registran siete de cada diez yihadistas españoles detenidos, a pesar de reunir sólo «el 4,5 por ciento de la población musulmana total de España».