The Diplomat in Spain

Don Juan Carlos envió las misivas antes de abdicar./ Foto: La Razón.

Luis Ayllón. Madrid

El Rey Juan Carlos escribió cartas a varios jefes de Estado, principalmente monarcas de distintos países para solicitar su apoyo a la candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU, según supo The Diplomat de fuentes solventes. Las misivas fueron enviadas por don Juan Carlos antes de su abdicación a favor de su hijo Felipe VI.

La iniciativa del soberano pretendía sumarse a los esfuerzos que está haciendo el Gobierno a lo largo de los últimos años para tratar de que España pueda obtener un puesto de miembro no permanente del Consejo para el bienio 2015-2016, en lo que sería su quinta presencia en el órgano decisorio de Naciones Unidas.

La votación en la Asamblea General de la ONU para elegir los países que formarán parte del Consejo se producirá el próximo 16 de octubre y España compite, en el grupo occidental, con Turquía y Nueva Zelanda para sólo dos puestos.

Entre otros, los destinatarios de las cartas de Juan Carlos I han sido los jefes de las Casas Reales de países árabes, con quienes mantiene una buena relación y que pertenecen a una zona geográfica en la que Turquía espera obtener muchos apoyos. Las cartas también llegaron a los monarcas de Europa, donde España puede contar con la mayoría de los apoyos, aunque existe la duda de sí el Reino Unido finalmente respaldará o no la candidatura de nuestro país y si arrastrará con su decisión a otros Estados de la Commonwealth.

Por su parte, Felipe VI aprovechó su presencia en Nueva York hace un par de semanas, no sólo para reiterar el compromiso de España con Naciones Unidas, sino también para promover la candidatura española ante los mandatarios con los que se reunió.

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Un equipo de Exteriores está en Nueva York para dar el último impulso a la candidatura

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La campaña para sumar votos ha entrado ya en su recta final y el pasado fin de semana se desplazó a Nueva York un equipo del Ministerio de Asuntos Exteriores, formado por el secretario de Estado, Gonzalo de Benito; el director general de Política Exteriores y Asuntos Multilaterales, Globales y de Seguridad, Ignacio Ybáñez; y el embajador en misión especial para la Candidatura al Consejo, Manuel Cacho, con el fin de mantener contactos con los embajadores acreditados ante la ONU, que son quienes ejercen físicamente el derecho al voto de sus países. A ellos se sumará el próximo fin de semana el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, sólo unos días antes de que se produzca la votación.

España tiene esperanzas de ser elegida y piensa que puede contar con unos 150 votos de los 193 que se emitirán. Esa cantidad sería suficiente para superar los 129 votos, que son los dos tercios de la Asamblea General, necesarios para obtener el puesto. Sin embargo, una cosa son los compromisos y otras la realidad a la hora de votar, y se estima que, como mínimo un 20 por ciento de las promesas no terminan cumpliéndose, si quiera aunque se trate de promesas por escrito, de las que España cuenta ya con más de un centenar.

Aún así, en el Ejecutivo español hay confianza en conseguir el objetivo, que permitiría a España seguir manteniendo el ritmo de ser miembro del Consejo de Seguridad, aproximadamente cada diez o doce años. La última vez fue en el bienio 2003-2004, en el que se produjo el debate sobre la intervención de Estados Unidos en Irak, que el Gobierno de José María Aznar apoyó decididamente.