The Diplomat. Madrid
La nueva Comisión Europea ha provocado decepción y cierto pesar en el Gobierno español porque Jean-Claude Juncker no cumplió con las promesas que le había trasladado a Mariano Rajoy en cuanto al cargo que ostentaría el comisario español, Miguel Arias-Cañete.
Si bien el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se afanó por resaltar que el puesto de Cañete (Energía y Cambio Climático) unifica las comisarías que tenían hasta ahora Alemania y Dinamarca, lo cierto es que Moncloa se esperaba más. En concreto, una de las siete supercomisarías que se han creado para supervisar el trabajo de los comisarios que quedan en un segundo nivel, dentro del novedoso sistema piramidal que ha creado Juncker dando más poder a los vicepresidentes.
Cañete deberá rendir cuentas sobre el área de Energía a la eslovena Alenka Bratusek (nueva vicepresidenta de Unión Energética), mientras que las competencias de Cambio Climático no abarcarán toda la política verde europea ya que hay un comisario de Medio Ambiente (el maltés Karmena Vella).
Rajoy fue uno de los primeros líderes del Partido Popular Europeo (PPE) en apoyar a Juncker en las primarias a las que se tuvo que presentar antes del 25-M frente al francés Michel Barnier. Su respaldo, además, fue determinante para evitar que las criticas del primer ministro británico, David Cameron, a Juncker no se convirtiesen en una revuelta más amplia con buena parte de los mandatarios del PPE.
Por todo ello, Juncker siempre le trasladó a Rajoy su compromiso de que “España estuviese mejor representada” dentro de la CE, según desvelan fuentes populares a The Diplomat. Teniendo en cuenta que Joaquín Almunia deja el puesto de Competencia, las palabras de Juncker solo se podían interpretar como “una vicepresidencia reforzada”.
En Moncloa son conscientes de que el deseo por colocar a Luis de Guindos al frente del Eurogrupo ha podido perjudicar las aspiraciones de Cañete, pero critican ahora la sobrerrepresentación que va a tener Holanda: mientras que Jeroen Dijsselbloem se ha enrocado en su puesto y pretende agotar su mandato hasta mediados de 2015, el comisario holandés, Frans Timmermans, ha conseguido la primera vicepresidencia de la CE –Mejor Regulación, Relaciones Institucionales, Legalidad y Carta de Derechos Fundamentales-. Un cargo como mano derecha de Juncker que ambicionaban Cañete… y Rajoy.