Sede de Telefónica en México.
The Diplomat. Madrid.
Telefónica se muestra abierta a estudiar oportunidades de crecimiento en México y a posibles nuevas operaciones en Brasil, según señaló ayer en una conferencia con analistas, el director financiero de la compañía, Ángel Vila.
No obstante, Vila insistió en que hay varias opciones estratégicas, pero “nada cerrado”, a pesar de que Telefónica comunicó el miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la existencia de «un proceso de negociación» sobre la compañía mexicana Iusacell.
El directivo reconoció que el nuevo marco regulatorio que se ha abierto en el país azteca va a propiciar oportunidades competitivas, pero dijo también que hay que ser “pragmáticos” a la horade estudiar los escenarios de consolidación del mercado.
La compañía cuenta con cerca de 22 millones de clientes en el país azteca
A finales de junio, Telefónica contaba en México con 21,8 millones de clientes, lo que supone un crecimiento interanual del 6%, de los cuales 20,2 millones eran accesos de móvil. Ello ha hecho que los ingresos en el primer semestre del año se hayan situado en los 793 millones de euros, un 7,5% más que igual periodo de 2013.
En cuanto a Brasil, Ángel Vila se limitó a decir que la compañía analizará todos los escenarios de posibles operaciones en ese mercado, que calificó de «muy atractivo», pero «intensivo en inversiones».
Telefónica es la propietaria de la mayor operadora de telefonía móvil de Brasil (Vivo). También posee participaciones en Telecom Italia, que controla en Brasil a TIM, una de las mayores operadoras de telefonía móvil del país, algo que no ve con buenos ojos el regulador antimonopolio brasileño.
En la presentación de resultados de la compañía, se indicó que Telefónica Hispanoamérica -que incluye Argentina, Chile, Perú, Colombia, México, Venezuela y Centroamérica- tuvo unos ingresos de 7.066 millones, el 13,8 % menos que un año antes. Ello fue debido a que, pese al crecimiento experimentado en la región, los tipos de cambio de las monedas de los principales mercados latinoamericanos tuvieron un efecto negativo en la cuenta de resultados.