… Y para seguir con la interminable y divertida lista de actividades veraniegas del Centro Ruso de Ciencia y Cultura de Madrid (calle Atocha, 34), esta institución nos regala esta tarde, a las 17 horas, la proyección de la película Ana Karenina, en su rodaje de 1967 y con la dirección de Aleksandr Zarji. Tal y como ya hizo este centro con anteriores proyecciones, dada la extensión de la cinta, ofrece la película en dos partes: la primera hasta el día 27 y la segunda a partir del jueves 28 de este mes. La entrada es gratuita hasta completar aforo y se proyecta en versión original subtitulada.
La historia nos cuenta la vida de Ana Karenina, una de las protagonistas más atractivas de la narrativa de todos los países, una mujer joven y hermosa. Casada a edad muy temprana con un funcionario prometedor que tenía ante sí una espléndida carrera administrativa, Ana lleva una existencia satisfecha dentro del círculo más deslumbrante de San Petersburgo. Adora a su hijo, respeta a su marido, que le lleva 20 años. En un viaje a Moscú conoce a Vronski, y se enamora locamente de él. Ana le entrega a Vronski su vida entera, consiente en separarse de su adorado hijo, a pesar del dolor que le cuesta no verle, y se va a vivir con Vronski. Mientras que Ana sufre desprecios e insultos de la sociedad, a Vronski no le alcanza el escándalo: le invitan, va aquí y allá, se reúne con sus antiguos amigos, es presentado a señoras aparentemente decentes que no permanecerían ni un segundo en la misma habitación que la deshonrada Ana. Él la sigue queriendo, pero a veces le agrada verse de nuevo en el mundo de los deportes y de la moda, y de tanto en tanto comienza a servirse de sus oportunidades. Ana interpreta lo que no eran más que infidelidades triviales como un enfriamiento radical de su amor. Siente que a Vronski ya no le basta con su cariño, que quizá le esté perdiendo. Vronski se impacienta ante esos celos, y con ello parece corroborar las sospechas de ella. Ana, llevada a la desesperación por esos lodazales en donde su pasión ha encallado, una tarde de domingo del mes de mayo se arroja al paso de un tren de mercancías. Vronski se da cuenta demasiado tarde de lo que ha perdido.