La adaptación de la novela del escritor ruso Fiódor Dostoievski, Crimen y castigo, rodada en 1969 y dirigida por Lev Kulidzhanov, se proyecta apartir de hoy, a las 17 horas, en el Centro Ruso de Ciencia y Cultura en su sede de Madrid, calle Atocha, 34). Dada la extensión del film, hasta el día 21 de este mes se proyectará la primera parte de la película, mientras que a partir de ese día 21, se ofrecerá la segunda parte. Como es costumbre, la proyección se hará en versión original subtitulada y la entrada será gratuita hasta completar aforo.
La historia narra la vida de Ródion Raskolnikov, un estudiante de derecho en la capital de la Rusia Imperial, San Petersburgo. Este joven ve trabados sus sueños por la miseria en la cual se ven envueltos él y su familia, debiendo congelar sus estudios por falta de dinero. En búsqueda de dinero llega a conocer a una vil y egoísta anciana, la cual ejerce el oficio de prestamista. Raskolnikov, a pesar de su pobreza, decide asesinar a la anciana, no con el fin de robarle -lo que se refleja en el hecho de que regala a una familia desconocida todo su dinero para que entierren al padre, el oficial Marmeladov- sino por considerarla un ser humano inútil para la sociedad. Sin embargo, la posición de Raskolnikov es mucho más compleja: ha asumido que la sociedad se halla divida en dos tipos de seres humanos; aquellos superiores que tienen derecho a cometer crímenes en pro del bienestar general de la sociedad y aquellos inferiores que deben estar sometidos a las leyes, cuya única función es la reproducción de la raza humana. La única justificación moral que puede tener la acción de Raskolnikov es que él sea un hombre superior, en cuyo caso no ha de sentir ningún tipo de arrepentimiento por su acción.