The Diplomat in Spain

Don Felipe, en un encuentro empresarial hispano-marroquí en Rabat.

Alberto Rubio. Madrid.

Una vez que España y Marruecos dejaron a un lado sus diferencias sobre el Sáhara y Ceuta y Melilla, y cooperan en la contención de la inmigración ilegal, sólo quedaba un asunto puntual por solventar entre ambos países: la pesca. Y en esta primera visita de Felipe VI, su “hermano” Mohamed VI le ha hecho un «regalo» especial: desbloquear la aprobación definitiva del acuerdo pesquero con la Unión Europea.

Mohamed VI comunicó personalmente a Don Felipe, en la primera reunión que mantuvieron, que ya ha ratificado el acuerdo pesquero que, al parecer, mantenía en suspenso molesto por una normativa europea que restringe la exportación de tomates a la UE.

El acuerdo de pesca UE-Marruecos es especialmente importante para España, ya que la mayoría de los 126 barcos que están autorizados a faenar en aguas marroquíes son españoles, sobre todo andaluces y canarios.

Desde que el PJD (Partido de la Justicia y el Desarrollo, islamista moderado) llegó al Gobierno marroquí (noviembre de 2011) y, pocos meses después, lo hizo el Partido Popular en España, ambos países atraviesan una inédita etapa de colaboración, que se ha hecho evidente en los esfuerzos mutuos para evitar la llegada de inmigrantes ilegales a las ciudades españolas en el norte de África.

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La asignatura pendiente es la escasa presencia de grandes empresas españolas en el país magrebí

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España y Marruecos, motores clave también de la Unión por el Mediterráneo, han saltado por encima de sus históricas diferencias para concentrarse en lo positivo. Eso permitió que España desbancase a Francia en 2012 como primer socio comercial de Marruecos. Ese año, las exportaciones españolas ascendieron a más de 5.200 millones de euros (un aumento del 29%), con un superávit a favor de España de 2.100 millones, ya que las importaciones desde el país norteafricano ascendieron a 3.122 millones.

En 2013 se mantuvo la misma tendencia: España aumentó sus exportaciones a Marruecos (5.500 millones de euros), lo mismo que este país aumento también sus ventas a España: 3.487 millones.

Además, España es el segundo inversor en Marruecos, con un 17% del total, a mucha distancia de Francia, que acapara el 49% de las inversiones, aunque según estimaciones hay cada vez más empresas españolas en el vecino del sur.

Según datos del ICEX, en 2013 había 330 empresas españolas asentadas en Marruecos. Sin embargo, otros cálculos sitúan esta cifra en el doble, aunque no hay datos fidedignos. Lo que es incuestionable es que cada vez hay más pymes españolas interesadas en trabajar allí.

La asignatura pendiente, no obstante, es la de las grandes empresas españolas que nunca se interesaron por abrir representación o redujeron su presencia. Algo que se intenta corregir en los sucesivos foros empresariales hispano-marroquíes que se han venido celebrando en este tiempo.

Si además continúa la colaboración contra la inmigración ilegal hasta el punto de que Marruecos, como informa el periodista Ignacio Cembrero en su blog, levantará “una valla alrededor de Melilla que se añadirá a la doble verja española separada por una sirga tridimensional”, la visita de Felipe VI confirma las buenas relaciones que ambos países abrieron hace tres años.